Efervescencia controlada y dinamismo exacerbado, que se hace difícil gestionar. En pocos segundos, Ángel Sáenz de Cenzano ha condensado la situación que atraviesa el empleo tecnológico en España. Según la última oleada de las encuestas de la red LinkedIn, que dirige con rango de country manager para España y Portugal, el 62% de los profesionales consultados manifiestan que “les gustaría” cambiar de trabajo en los próximos doce meses. Visto de otro modo: un 38% está satisfecho con su empleo actual. Motivos para reflexionar con Sáenz de Cenzano.
La rotación de puestos de trabajo, dice, ofrece un dato objetivo y LinkedIn es el punto de encuentro preferido entre oferta y demanda, además de prestar otros servicios a empleadores y empleados. No se limita al sector de las tecnologías de la información, vector original de la compañía –adquirida por Microsoft el 2016– sino que abarca prácticamente todos los sectores: “Lo vemos últimamente en la sanidad, la logística y por supuesto en la hostelería, que están pasando dificultades para atraer personal y luego para retenerlo, en algunos casos con impacto migratorio de ida y vuelta. No creemos que vaya a decaer próximamente”.
Un 62% de los miembros de la red se dicen dispuestos a cambiar de empleo en doce meses
Recuerda Sáenz de Cenzano que LinkedIn tiene catalogadas decenas de miles de categorías profesionales –ajustar la lista es una tarea constante, según él– y que en España cuenta con unos 18 millones de miembros sobre una población activa que se acerca a los 22 millones. La actividad principal de su sistema es esa, cruzar los perfiles y las capacidades disponibles contra los buscados por las empresas. Hay sorpresas: “Un día se me ocurrió preguntar si tendríamos militares entre esos 18 millones y en la base de datos aparecieron unos cuantos, aunque no nos consta que quieran cambiar de empleo”. Risas.
En los nuevos hábitos laborales está la clave: distingue entre dos tipos de empleo, los que permiten una flexibilidad acentuada y los más tradicionales, con exigencia de presencialidad. Es verdad que, como suele decirse, la flexibilidad es lo primero por lo que preguntan los jóvenes, pero a la hora de la verdad la encuesta revela que la compensación económica es el atributo decisivo incluso para ellos. “Cuando la generación X, a la que pertenezco, se enfrentaba a su primer trabajo, tenía por delante una trayectoria de cinco o quizá seis experiencias laborales, que ahora mismo estarían entre tres y quince, lo que significa que las empresas han de estar preparadas para ciclos de permanencia media de tres años, que en determinados puestos no es una media sino un máximo”. En este cuadro, la formación ha ganado relevancia. “Los profesionales, cada vez más, prefieren empleos que les aporten aprendizaje y desarrollo que luego van a necesitar en su carrera. Hace apenas unos años, los planes de formación de las compañías eran anecdóticos, hoy son la regla que separa el perfil moderno de unas y la obsolescencia de otras”, puntualiza.
Facilitar a los empleados formación y desarrollo profesional ayuda a retenerlos en la empresa
LinkedIn tiene, desde sus inicios, una imagen muy asociada al empleo tecnológico, pero esto no significa hoy lo mismo que hace dos décadas. Apunta su director general: “Antes, la gente de tecnología trabajaba en empresas de tecnología; ahora la encuentras en cualquier sector”. Cita el agroalimentario y el transporte, entre otros que acuden a sus servicios de ayuda al reclutamiento.
Otra transformación notable es una mayor dispersión geográfica del empleo. Madrid tiene peso propio, pero se han desarrollado otros polos, particularmente Barcelona y Málaga, que “han estimulado la emulación de otras ciudades, un símil de lo observado en otros países europeos”. Si bien advierte sobre una faceta negativa: el talento joven está siendo expulsado, o casi, por el coste disuasorio de la vivienda.
Lee también
