Armamento, ¿la “nueva normalidad”?

Sin burbujas

“La seguridad y la defensa son piedras angulares de nuestra democracia”. Son palabras que una no se espera en boca de un directivo de fútbol, pero que de hecho aparecen como una buena muestra del signo de los tiempos. Hans-Joachim Watzke, presidente del Borussia Dortmund –el que disputó con mala fortuna la final de la Champions League ante el Real Madrid la semana pasada– defendía de esta manera la decisión del club de fútbol alemán de firmar un acuerdo de patrocinio a varios años con el fabricante de armamento Rheinmetall. Según lo establecido en el acuerdo, el gigante alemán de la defensa podrá mostrar su logo en el estadio del Borussia Dortmund y en las ruedas de prensa del equipo, pero no en las camisetas de los jugadores. Es la primera vez que una compañía de defensa alemana patrocina un equipo de la Bundesliga, una decisión que expone un gran cambio cultural en un país profundamente pacifista cuyo papel en la historia del siglo XX le hacía hasta ahora sentirse incómodo ante la industria del armamento.

“Sobre todo hoy –seguía Watzke–, cuando vemos cada día cómo la libertad debe ser defendida en Europa, debemos enfrentarnos a esta nueva normalidad”. Es evidente que la invasión rusa de Ucrania ha cambiado muchas cosas, entre ellas la manera en que la opinión pública alemana y europea observa la industria de defensa. Ucrania ha encendido las alarmas y ha dado pie a una remilitarización de Europa con la que la industria de la defensa cobra nuevo brío. Es el caso de la propia Rheinmetall, que ha entrado en el selecto club del Dax, el índice faro de la Bolsa de Frankfurt tras multiplicar por cuatro su valor de mercado desde el inicio de la guerra de Ucrania. El fabricante de obuses, drones, carros blindados y el arma instalada en los tanques Leopard con base en Düsseldorf, incrementó sus ventas un 16% en el primer trimestre de este año, hasta los 1.581 millones de euros, y acumula encargos pendientes de entrega cuyo valor supera los 40.000 millones.

Rheinmetall

El fabricante de armamento alemán acaba de firmar un insólito acuerdo de patrocinio con el club de fútbol Borussia Dortmund

El apoyo militar a Ucrania y el incremento de los presupuestos militares en toda Europa dispara las expectativas de un sector que cuenta en el Viejo Continente con gigantes de la talla de BAE Systems y Rolls Royce en el Reino Unido, Thales y Dassault en Francia, Leonardo en Italia, y la propia Rheinmetall junto a Thyssen Krupp en Alemania. En España el sector emplea a 210.000 personas de forma directa e indirecta. Indra, Navantia y Airbus son las principales empresas, representantes del 70% de un sector formado por un total de 400 compañías que en conjunto facturan más de 12.000 millones de euros, el 78% a través de las ventas en el extranjero.

España también está experimentando un cierto giro en la percepción de la opinión pública respecto al sector de la defensa. Eso al menos consideran las empresas del sector, que a través de su patronal Tedae han expuesto esta semana su interés en acercarse a los grandes bancos del país en demanda de créditos para financiar nuevos proyectos y no depender exclusivamente del presupuesto público para su crecimiento. “Hay negocio y las entidades privadas pueden ayudar”, señalaba el presidente de Tedae, el exsecretario de Estado de Seguridad Ricardo Martín Fluxá.

SCHOENEFELD, GERMANY - JUNE 05: A Skyranger 30 anti-drone and missile system of Rheinmetall stands on display at the 2024 ILA Berlin Air Show on June 05, 2024 in Schoenefeld, Germany. This year's ILA, which is hosting both civilian and military aerospace-related companies, is running from June 5-9. (Photo by Sean Gallup/Getty Images)
Sean Gallup / Getty

En España

El sector da empleo a 210.000 personas y acumula una facturación de más de 12.000 millones de euros

La banca ha sido tradicionalmente reticente a financiar programas de armamento, por lo que no es fácil que abra ahora el grifo del crédito. Tanto el Santander como el BBVA y CaixaBank cuentan con protocolos de actuación en este ámbito muy restrictivos, en los que se reconoce el derecho de los países a la seguridad y la defensa, pero se subraya que se abstendrán de financiar proyectos si existe riesgo de uso del material de defensa para la represión o la violación grave de la ley humanitaria internacional. ¿Cómo se asegura eso?

Las empresas de armamento cuentan con la reforma en marcha desde el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que ultima un plan para apoyar al sector. Dotado con 6.000 millones de euros, ese plan de acción suavizaría los criterios para poder acceder a financiación. El proyecto de la entidad que preside Nadia Calviño prevé eliminar el requisito de que un proyecto tenga que ser destinado al ámbito civil y militar por igual para que pueda recibir financiación, lo que facilitaría la entrada de capital privado. También contempla la creación de una ventanilla única para acelerar las inversiones en defensa y amplía el apoyo a las pymes del sector.

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