El Tesoro Público ha celebrado este martes la primera subasta de letras del año con vencimientos a seis y doce meses, una de las preferidas entre los inversores minoristas que en el 2023 se lanzaron a por deuda estatal como inversión. En total se han captado 5.056,1 millones de euros, dentro de la horquilla que se había marcado como objetivo el organismo.
La demanda ha superado los 8.700 millones de euros, superando en más de 3.000 millones la cantidad adjudicada finalmente.
Menor rentabilidad a 12 meses, mayor a 6 meses
En el caso de las letras a 12 meses, captó 4.019,45 millones con un interés marginal del 3,314%, inferior al 3,327% de la subasta anterior.
En concreto, en letras a 6 meses, el Tesoro colocó 1.036,65 millones a un interés del 3,635% anual, por encima del 3,62% de la subasta que celebró hace un mes.
Pese a las variaciones, a grandes rasgos la rentabilidad de estos productos está en máximos de la última década. Esto ha provocado una fuerte demanda de los minoristas. Los hogares son el principal tenedor de deuda pública a corto plazo por primera vez en la historia, con 20.348 millones de euros en cartera en septiembre, casi el 30% de la deuda a corto plazo en circulación.
La rentabilidad fue escalando a lo largo del 2022 y el 2023, al calor de la la política monetaria restrictiva del Banco Central Europeo (BCE), con subidas de tipos continuadas. En la actualidad la tasa de referencia en la zona euro está en el 4,5%, donde previsiblemente se mantendrá hasta el primer descenso desde el 2015, que podría llegar a lo largo de este año.
El organismo inauguró la semana pasada el año de subastas con la colocación de Bonos y Obligaciones del Estado, con los que captó 6.892 millones de euros. En estos productos se rebajó la rentabilidad hasta cotas no vistas desde el 2022. La demanda de los inversores superó los 11.362 millones, con creces por encima de lo adjudicado.