La buena noticia es que el empleo sigue creciendo. En el mes de junio se crearon 54.541 nuevos puestos de trabajo, lo que lleva el total de afiliados hasta los 20.869.940, el nivel más alto de la serie y con la vista puesta en el objetivo simbólico de los 21 millones de afiliados. Además, el paro se reduce en 50.268 personas y su número total baja de los 2,7 millones por primera vez en 15 años.
Es decir, sigue la racha positiva de este año en cuestión de empleo. Sin embargo, el matiz llega al observar una desaceleración en la creación de puestos de trabajo. Se nota al comprobar que el aumento de 54.000 nuevos afiliados queda muy por debajo del crecimiento de la afiliación de los meses de junio de los últimos años. Por ejemplo, es la mitad del conseguido el año pasado y es el menor crecimiento en un mes de junio desde el 2015.
El fin del curso escolar provoca la destrucción de 50.000 puestos de trabajo en educación
Y más significativo todavía, si se observan los datos desestacionalizados, es decir, una vez corregidos los efectos estación y calendario, y los que desde siempre prefieren en el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, en junio se perdió empleo. En concreto, hay 20.119 afiliados menos. Es cierto que desde enero a junio, en términos desestacionalizados, hay cerca de 450.000 afiliados más, lo que supone el mejor primer semestre de un año en toda la serie histórica. Pero, este ritmo de creación de empleo es difícil de mantener, y en junio aparecen síntomas de que ya flaquea.
Es una desaceleración que reconocen, aunque matizan, desde la Seguridad Social. El secretario de Estado Borja Suárez ha afirmado que algunas circunstancias han provocado que el resultado sea “un poco menos alto de lo que se podría haber esperado” y añade que, aunque el segundo semestre suele dar siempre resultados más modestos, el objetivo de los 21 millones de afiliados está al alcance. “La dinámica es positiva y antes o después llegaremos a este umbral”, afirmó al presentar los datos.
Entre estos factores de ralentización apunta a la climatología, que ha afectado a la agricultura y la construcción, y a la constitución de nuevos ayuntamientos, con una caída brusca de empleo público el día de su constitución, a mitad de junio.
“La dinámica es positiva y antes o después cruzaremos el umbral de los 21 millones ”, dice Suárez
Desde Funcas consideran que este freno podría deberse, en parte, a una anticipación de las contrataciones habituales en este mes a meses anteriores, lo que encajaría con los muy buenos resultados alcanzados en primavera, y en parte a una moderación del crecimiento de la economía. “En cualquier caso, aún es pronto para hablar de un cambio de tendencia en la evolución del empleo y será preciso observar la evolución a lo largo de los próximos meses”, dicen en Funcas.
Analizando los sectores, en hostelería y comercio el aumento se queda en algo más de 30.000 nuevos empleos en cada sector, cuando en un mes de junio podrían esperarse cifras más altas. Desde la Seguridad Social señalan que en la hostelería ha habido una anticipación de contratación en abril y mayo, que fueron dos meses particularmente buenos, lo que explica la cifra de junio. Lo que pasa factura es el final del curso escolar, con una fuerte caída en la educación, donde se pierden 50.000 afiliados, una reducción de casi el 5%.
Respecto a la calidad del empleo, el porcentaje de afiliados con contrato temporal se mantiene en el mínimo histórico del 14%, menos de la mitad del que se registraba antes de la entrada en vigor de la reforma laboral, que era de un 30%. En el caso de los menores de 30 años, la tasa de temporalidad se ha reducido 31 puntos respecto al nivel anterior a la reforma.
Por lo que se refiere al paro registrado, el total de 2.688.842 de desempleados es el más bajo desde el 2008. Son 50.268 desempleados menos, pero es una cifra que queda muy por debajo de la media de los meses de junio de los últimos años. También aquí se apunta una ralentización del progreso. En todo caso, el descenso del desempleo es generalizado en todo el país, afecta a todos los sectores –excepto un aumento mínimo en agricultura– y a todas las franjas de edad. El descenso más significativo se produce en servicios, con 42.000 parados menos, seguido a distancia por industria y construcción.
Respecto a la contratación, y a pesar de que junio es un mes propenso a la estacionalidad, un 42% del total de contratos suscritos son de carácter indefinido. De estos contratos, la mayoría son fijos discontinuos, el 40% del total; a tiempo completo se registraron el 38%, y a tiempo parcial, el 22% restante. “Junio era un mes pésimo para la contratación indefinida”, dijo el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, subrayando los cambios provocados por la reforma laboral, a la que este jueves insistió en denominar repetidamente reforma Díaz.
Por parte de la CEOE, a la vista de estos datos se ha destacado “la preocupante desaceleración en la creación de empleo”, a partir de un aumento de la afiliación y una reducción del paro que quedan lejos de la media de los meses de junio del periodo prepandemia. En concreto, la patronal calcula el periodo 2014-2019. Además, la CEOE recuerda que las previsiones apuntan a una desaceleración significativa de la economía en la segunda parte del año.