Cofradías de pescadores de todo el país iniciaron este lunes otro paro como el de los transportistas para protestar también contra la subida del precio del gasoil. La movilización, convocada por la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, afecta a unas 200 cofradías y 40.000 afiliados, de los cuales 9.000 son propietarios de embarcaciones.
El colectivo alerta que el encarecimiento del gasoil ha puesto al límite su actividad y que apenas ganan para cubrir los costes de salir a faenar. Está previsto que la flota permanezca amarrada hasta este miércoles, cuando representantes de las cofradías se reunirán con el ministro de Agricultura, Luis Planas, para abordar la situación y negociar medidas de apoyo al sector.
La mayor parte de la flota de Galicia, Catalunya, Comunidad Valenciana y Andalucía permaneció en tierra, mientras que en el cantábrico el seguimiento del paro fue menor. El secretario de la Cofradía de Pescadores de Barcelona, Javier Carrasco, afirmó en declaraciones a Efe que de los 14 barcos de cerco registrados solo salieron a faenar “dos o tres”, por lo que el suministro de pescado azul, como sardinas o boquerones, “va a desaparecer” estos días. El responsable de esta cofradía asegura que si antes llenar el depósito de un barco costaba unos 600 o 700 euros ahora puede costar el doble.
En el caso de la Cofradía de Pescadores de Tarragona, la flota también permaneció amarrada este lunes, pero a causa del temporal que azota la costa y no en protesta por el precio del combustible como el paro de la semana pasada. En los puertos de la Ràpita (39 barcas) y Alcanar (tres) solicitaron un paro temporal hasta el 31 de marzo al resultarles, “inviable”, según la Cofradía de la Ràpita, pescar en un escenario de costes disparados, restricciones y falta de capturas.
Los pescadores solicitarán mañana a Planas medidas para paliar el incremento del precio de los combustibles como la que ha puesto sobre la mesa el Gobierno para los transportistas.