Cementos Molins ha comprado el negocio en Catalunya de Hanson Hispania, una firma que produce áridos y hormigón filial del grupo alemán Heidelberg Cement. Con esta compra, el grupo catalán refuerza a su filial Promsa para crecer en el área metropolitana de Barcelona con el suministro de hormigón estructural para viviendas e infraestructuras.
El negocio de Hanson en Catalunya incluye dos plantas de hormigón en Barcelona, en la Zona Franca y en Montcada i Reixac, además de dos canteras en Begues y en Llinars del Vallès, con un total de 41 trabajadores. Fuentes de la compañía explicaron que el valor de estos activos radica en su cercanía al área metropolitana de Barcelona: el hormigón se encarece con el transporte, por lo que la producción de proximidad hace
a la empresa más eficiente y más sostenible. Las ventas de hormigón representan el 11% de los
ingresos mundiales de Molins
y el 25% de sus ventas en España.
El grupo integra dos plantas de hormigón y dos canteras en el área de Barcelona y 41 trabajadores
La compra le permitirá sumar una facturación anual de 18 millones de euros y podría cerrarse a principios del año próximo.
El negocio catalán de Hanson es la cuarta inversión que ha cerrado Cementos Molins este año. Su consejero delegado, Julio Rodríguez, ya explicó hace unos meses que el plan estratégico 2020-2022 de la compañía se había propuesto priorizar el crecimiento “tanto orgánico como inorgánico”, de manera que el grupo buscaba activamente nuevas adquisiciones “manteniendo la disciplina financiera y en proyectos en que esté claro el retorno de la inversión”.
Dentro de esta estrategia, el grupo anunció hace pocas semanas la compra del 100% de la cementera alemana Calucem, que le convertirá en el segundo productor mundial de cemento de aluminato de calcio (CAC), con un 20% de la producción global. Calucem, valorada en 150 millones de euros, tiene 180 empleados y factura anualmente 58 millones de euros, con un ebitda de 16 millones.
El grupo también ha adquirido este año las instalaciones de distribución e importación de cemento blanco del grupo turco Cimsa en el puerto de Alicante.
El grupo cerró también en enero la toma de control de Escofet 1886, una centenaria firma catalana especializada en ambientación y mobiliario urbano. Molins pasó del 40% al 75% de la empresa , que con una plantilla de 88 personas facturó 11 millones de euros en el 2019. Con Escofet, Molins quiere crecer en hormigón arquitectónico, una especialidad en la que la empresa tiene gran prestigio internacional, “como parte de nuestra estrategia de diversificación hacia soluciones de construcción que aporten más valor añadido”, señaló entonces Rodríguez.