Nueva semana de limitaciones en la industria de la automoción en España. La crisis global de falta de semiconductores afectará nuevamente a la producción de vehículos en las principales fábricas, que se verán obligadas a reducir turnos o bien a parar algunas de sus líneas de montaje.
Seat ha tenido que desprogramar en la planta barcelonesa de Martorell tres días de producción del Audi 1 (el jueves y viernes de la semana pasada, así como mañana lunes) por no contar con suficientes microchips para sus coches.
Fuentes de la empresa han indicado a Efe que no se pueden descartar ajustes adicionales en Martorell, que fabricará a medio gas los próximos miércoles y jueves porque son jornadas festivas en el calendario laboral
Volkswagen Navarra suspende la producción durante 48 horas
Volkswagen Navarra parará la producción mañana y el martes debido a la falta de semiconductores, a lo que se unirá el cierre programado de la fábrica el 25.
En las campas tiene unos 5.000 coches incompletos (3.000 del modelo T-Cross y 2.000 del Polo). La previsión que maneja es que el martes pueda dar salida de las campas a 1.500 unidades del Polo.
Desde el lunes y hasta el viernes próximo la planta de Mercedes-Benz en Vitoria parará tres turnos de producción. Pero ante la "alta incertidumbre" esperará hasta el jueves 24 para confirmar si el lunes 28 podrá volver a la normalidad.
No es la primera vez que la falta de suministros afecta a su actividad, ya que el 25 de mayo se vio perjudicada por falta de cables.
Entretanto, la planta valenciana de Ford en Almussafes ha vuelto desde el pasado miércoles a la producción, tras siete días de parón en la fabricación de vehículos y nueve en la de motores por el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que tenían por la falta de semiconductores.
Por lo que respecta al Grupo Stellantis (Citroën, Peugeot, Opel, DS, Fiat, Alfa Romeo, Jeep) ya aplicó a primeros de junio suspensiones en la producción en su planta de Vigo, que acumula un centenar de ellas desde que comenzó el año; y en Zaragoza ha pactado 50 jornadas (hasta el 31 de diciembre) del ERTE.
Renault tiene en marcha desde el pasado 16 de abril un ERTE que estará vigente hasta el 30 de septiembre de este año en sus instalaciones de Valladolid y Palencia por el desabastecimiento de semiconductores.
A nivel global, la surcoreana Hyundai anunció este lunes la suspensión, durante tres semanas alternas, de las operaciones de su fábrica estadounidense en Alabama por la escasez de éstos, una inactividad que también va a aprovechar para realizar labores de mantenimiento.
Hyundai, que tiene diez plantas fuera de Corea del Sur (cuatro en China, una en Estados Unidos, República Checa, Turquía, Rusia, India y Brasil) y siete en la península coreana, ya ha tenido que parar alguna de ellas por el citado problema.
Las alemanas Volkswagen y Daimler comunicaron el miércoles la aplicación de un ERTE por la escasez de chips.
En el caso de Volkswagen va a afectar a la fabricación en la planta alemana de Wolfsburgo de los modelos Tiguan, Touran y Tarrraco (este último es el SUV grande de la marca Seat), a los que hay sumar el Golf, que tiene afectados por un ERTE dos turnos de producción.
Por su parte, Daimler aplicará el ERTE en las factorías de Mercedes-Benz de Rasttat (Baden-Wurtemberg) y Bremen.
Para poner fin a esta demanda, la multinacional Bosch quiere poner en marcha en julio próximo una fábrica de semiconductores para la industria automovilística y el internet de las cosas en Dresde (este de Alemania).
El pasado mayo, Francia y Alemania hicieron pública su intención de sacar adelante un proyecto europeo para aumentar las capacidades tecnológicas de industriales en semiconductores, a los que consideran "el nuevo petróleo del siglo XXI" y un "elemento decisivo de soberanía".
Los ERTE y las parones en la producción automovilística se repiten entre las diferentes marcas desde 2020, después de que en la pandemia aumentase la demanda de semiconductores para la industria tecnológica que vio incrementar sus ventas de teléfonos, ordenadores o tabletas para poder teletrabajar.
Los de los coches son sofisticados, pero no de última generación, por lo que los fabricantes de chips han optado por centrar su producción en los semiconductores que dan más beneficios, como son los de los dispositivos móviles.