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Centenares de afectados denuncian la plataforma de bitcoins Arbistar

Criptodivisas

La compañía alega un fallo informático y bloquea las cuentas de miles de clientes

El bitocoin es la criptodivisa más famosa del mercado

OZAN KOSE / AFP

Prometían ganancias estratosféricas comprando bitcoins en plataformas a precios baratos y revendiéndolos más caros. El arbitraje de criptodivisas era el negocio de la plataforma Arbistar, con sede en Tenerife. Consiguieron así atraer a miles de clientes, que a su vez atraían a otros en la red.

Pero el pasado 12 de septiembre la firma alegó un fallo informático de su software encargado de las operaciones, que le llevó a “un descuadre del 28%” en las cuentas, con lo que no se podrá devolver el dinero a los clientes de forma inmediata y ofreció opciones de reembolso. Ahora las cuentas de los usuarios están congeladas. Centenares de afectados preparan una denuncia colectiva por estafa y la Fiscalía ha abierto una investigación.

Unos 30.000 usuarios no pueden recuperar sus ahorros, valorados en unos 100 millones de euros

No se conoce ni la cifra exacta de los afectados (se habla de 120.000, pero podrían ser unos 30.000) ni el monto de dinero de esta presunta estafa. Inicialmente la plataforma de investigación Tulip Research (que sostiene que estamos ante un clásico esquema piramidal fraudulento al estilo Ponzi) habló de miles de millones de euros, pero el importe finalmente rondaría los 100 millones. Tulip Reseach reveló varias transacciones con bitcoin de Arbistar dirigidas a 18 cuentas vinculadas con Hydra Market, el mercado negro ruso más famoso de la Darknet.

Al mando de Arbistar está Santiago Fuentes, que fue procesado por la estafa del llamado Madoff español, Germán Cardona Soler, pero que fue absuelto en el 2017. “Me los encontré en una feria que presentaban sus productos. Yo hago trading con criptodivisas, pero cuando vi el diferencial que aseguraban conseguir con su arbitraje me di cuenta que era inverosímil. Eran ridículos”, comenta A. S., un ahorrador basado en Barcelona.

Arbistar alega en su defensa unas cláusulas de limitación de responsabilidad que suscribieron los clientes, según las cuales “la empresa no garantiza que el servicio será ininterrumpido, seguro o libre de errores” y que no se hará responsable “de cualquier retraso o incumplimiento de sus obligaciones si la demora o incumplimiento se debe a un caso de fuerza mayor o hechos fuera del alcance razonable”.

Carlos Aránguez, el abogado que lleva una de las denuncias, rebate que “no estamos ante una inversión arriesgada, sino en un fraude piramidal porque no hay activo alguno”. El letrado sostiene que el dinero, que se alimentaba con las aportaciones de los clientes que reco-mendaban a otros, se ha ocultado y que “está flotando” en el universo de las criptodivisas (cuyo rastro es difícil de detectar) y se ha reinvertido en inmuebles y en bienes de lujo.

“Nos vendieron una ganancia mensual del 10% garantizado. Y yo invertí un capital. Nunca cobré los rendimientos y ahora me he quedado sin nada”, cuenta M.P., uno de los afectados en Barcelona. “ Es una estafa internacional que se extiende también a países latinoamericanos”, añade. “Hubo personas que hipotecaron sus casas y ahora hay incluso quién amenaza con suicidarse”.