El fabricante textil Iebosa se reinventa ante el parón de la moda
Mundo empresarial
Gracias a la fabricación de mascarillas y la progresiva recuperación, el ERTE solo afecta ahora al 30% de la plantilla
Mascarillas personalizadas con bordados corporativos. Esta es la nueva propuesta de la compañía textil Iebosa, especializada en bordados industriales para la corsetería de alta gama y el pronto moda. Con cerca de 50 años de historia –fue fundada en 1973–, Iebosa ha tenido que buscar una segunda vía de negocio ante la caída de su actividad principal a causa de la pandemia de la Covid-19.
“La industria de la moda está en mínimos, nos han cancelado pedidos y tenemos clientes que nos han pedido que no les facturemos”, explica Pedro Martí, director general, que estima que la caída del negocio ha llegado a ser del 90%. Como consecuencia, la empresa ha aplicado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). “Al principio, el ERTE llegó a afectar hasta el 70% de la plantilla, integrada por unas 60 personas, pero gracias a la fabricación de mascarillas y a la progresiva recuperación ahora sólo afecta al 30% y reduciéndose”.
La empresa de Sabadell facturó seis millones el año pasado y exportó el 65% de la producción
“Cuando teníamos la producción parada por el estado de alarma, el fabricante de la maquinaria nos explicó que se podían fabricar mascarillas con las máquinas de bordar”. No perdieron el tiempo. Ese mismo día –a pesar de ser sábado–, Martí y Marc Terraza, el director comercial de Iebosa, empezaron a trabajar en el diseño del producto. Invirtieron unos 10.000 euros en adaptar los equipos y compraron máquinas de coser por valor de 5.000 euros. En menos de tres semanas ya estaban a la venta las mascarillas.
Iebosa tiene capacidad para fabricar unas 30.000 mascarillas al día, aunque la producción ahora es de unas 2.500. Hacen uso de ellas los empleados de la tienda de ropa Santa Eulalia, la marca de ropa infantil Mayoral o el grupo de heladerías y restauración Farga. Están pensadas para empresas que trabajan de cara al público y que quieren que su personal vaya bien protegido, pero con el toque de distinción que otorga que las mascarillas lleven bordado el logotipo de la compañía. Representan ya el 30% de la facturación de Iebosa, que el año pasado fue de seis millones.
Las mascarillas de Iebosa resisten más de 25 lavados
Se trata de máscaras quirúrgicas, fabricadas con tejido homologado FFP2R, tratamiento hidrófogo y antibacteriano y muy transpirables. El tejido está preparado para resistir más de 25 lavados manteniendo sus propiedades y está disponible en varios colores. Entre los potenciales clientes figuran cadenas de pastelerías, hoteles, restaurantes, supermercados, ayuntamientos o cuerpos de seguridad. Para su comercialización, Iebosa ha creado una página web.
Con sede en Sabadell y filiales en Chile y Portugal, Iebosa es un fabricante de bordados industriales. Vende los bordados a firmas de corsetería de alta gama como las marcas francesas Chantelle o Simone Pérèle y al sector del pronto moda, con clientes como Inditex o Castelltort. Las ventas al exterior representan el 65% del volumen de negocio, con Bélgica y Francia como mercados principales.