Stiglitz y Piketty proponen elevar los impuestos a las empresas
Presión tributaria
Un grupo formado por académicos y representantes de la sociedad civil plantean un manifiesto a favor de un nuevo marco impositivo
Puede parecer paradójico que en la mayor recesión global desde la Segunda Guerra Mundial una de las soluciones pase por elevar la presión tributaria.Pero es lo que sostiene el ICRICT, un grupo formado por académicos y representantes de la sociedad civil, que ayer, en un acto patrocinado por Oxfam, propusieron su manifiesto a favor de un nuevo marco impositivo que endurezca el régimen a las empresas.
El argumento es que los estados, al tener que aumentar los gastos por la pandemia, necesitan más ingresos. La medida estrella prevé acordar a nivel global un tipo mínimo efectivo del 25% en el impuesto sobre sociedades en cada país para detener la erosión de las bases imponibles y el desplazamiento de los beneficios.
Los dos economistas defienden la aplicación de un tipo mínimo de sociedades del 25% a escala global
Los expertos son conscientes de que esto requeriría un consenso a nivel internacional para que sea efectivo (y evitar que así el dinero viaje de país en país en busca del régimen fiscal más favorable). Una posibilidad es que la propuesta se negocie en el seno de Naciones Unidas y que Estados Unidos y Europa, se apunten primero, para que los demás les sigan.
El premio Nobel Joseph Stiglitz defendió además la introducción de la llamada Google Tax, un impuesto especial a las tecnológicas. Su argumento es que en las condiciones actuales estas grandes multinacionales pagan, en proporción menos que las pymes locales. Además, estas compañías han seguido enriqueciéndose durante la pandemia, al no haber interrumpido sus negocios. Un impuesto digital tendría además la ventaja, según el premio Nobel, de cargar los beneficios obtenidos en cada país.
En su opinión, esta recarga fiscal no sería distorsionadora para la economía. “Para atraer a las empresas, al final hay que ofrecer capital humano e infraestructuras. Irlanda ha sacado cierto provecho de su tipo impositivo a las empresas del 12,5%, pero a costa del resto de Europa, que ha perdido más. En cambio, hacerle pagar 0 a Apple eso sí que es un regalo”.
El profesor francés Thomas Piketty, autor de varios ensayos de éxitos, defendió la aplicación de un nuevo marco tributario, que incluya la introducción del impuesto de patrimonio y citó los casos históricos de Alemania y Japón que también recurrieron a esta figura impositiva después del conflicto bélico. “De esta manera sería más fácil proponer incentivos para la clase media. Hay que reformar un sistema fiscal injusto, porque la alternativa para incrementar los ingresos fiscales acabará siendo un aumento de los aranceles y se echará la culpa a la globalización”.
En cuanto a los paraísos fiscales, este colectivo defiende que las empresas estén obligadas a publicar un informe país por país (con los principales datos financieros y tributarios en cada territorio en el que operan) v que publiquen datos sobre la riqueza offshore para que cada jurisdicción pueda gravar de forma efectiva y progresiva la riqueza neta.
En el seno de la OCDE llevan casi dos años discutiendo cómo tasar a las tecnológicas y acabar con los paraísos fiscales, pero sin conseguir un acuerdo. Para Thomas Piketty, los que más pierden con la erosión fiscal son los países en vías de desarrollo y, en este sentido, es difícil que los países ricos se pongan de acuerdo.