La gran empresa pide al Gobierno consenso para la recuperación

Si algo destacó ayer en la cumbre empresarial organizada en Madrid por la CEOE para analizar el impacto de la pandemia derivada de la Covid-19 en la economía española fue la ausencia de reproches o recriminaciones abruptas a las que tan acostumbrados nos tienen los políticos en los últimos meses. Haciendo honor al título del evento, “Empresas españolas liderando el futuro”, los principales empresarios del país apostaron por centrarse en sentar las bases que deben apuntalar la recuperación de la que todos, con unos y otros adjetivos, definieron como una crisis de enorme magnitud y una de las más complicadas a las que se ha tenido que enfrentar la economía española. “Venimos con ganas de reconstruir y con sentido de Estado. Habrá gente que no nos entienda, otros sí. Pero queremos trasladar nuestro compromiso con nuestro país aportando respuestas similares a las que están funcionando en otros países de la Unión Europea”.

Esas fueron las palabras con las que el anfitrión, Antonio Garamendi, presidente de CEOE, dio paso a las 17 intervenciones de los empresarios que protagonizaron la primera de las 10 sesiones programadas para esta cumbre, que se extenderá hasta el próximo día 25 de junio y por la que pasarán más de un centenar directivos.

La clausurará el mismo empresario que ayer la inauguró, Pablo Isla, presidente de Inditex. “No hay soluciones mágicas ni fáciles”, advirtió ayer, tras recordar que España parte de una situación de desventaja ante el impacto de la pandemia por sus altos niveles de déficit público y de desempleo y por una estructura económica en la que tienen un fuerte peso los sectores más dañados por la crisis, como el turismo o la automoción.

CON AVALES PÚBLICOS

Ana Botín pide un plan de vivienda que ponga especial énfasis en los menores de 35 años

Entre las reflexiones generales de su intervención, Isla desgranó las recetas que más tarde fueron apuntalando el resto de invitados. Entre las más destacadas, la idea de que no hay tiempo que perder, que se necesitan marcos jurídicos e impositivos estables y sobre todo consenso y colaboración. “Una de las grandes lecciones de la pandemia ha sido que la colaboración entre lo público y lo privado, lo público y la banca, y la banca y las empresas, ha dado frutos absolutamente positivos”, aseguró Josep Oliu, presidente de Banc Sabadell.

En esta línea, Isla fue el primero, pero no el único, en apelar al consenso con el Gobierno para “no revertir lo que está funcionando”, en clara referencia a la reforma laboral, la ampliación de los ERTE y las ayudas de liquidez implantadas tras declararse el estado de alarma.

Carlos Torres, presidente de BBVA, también pidió que se mantengan esas medidas porque “la mejor forma de construir es minimizar la destrucción”, y, según dijo, “los ERTE han permitido salvar muchos empleos”.

El empleo en el centro

Pablo Isla reclama “no revertir lo que funciona” en referencia a la reforma laboral

En el empleo puso el foco Ana Botín. La presidenta de Banco Santander pidió un plan de choque para la creación de empleo, además de un plan de vivienda que, con avales públicos, ayude a los menores de 35 años a acceder al mercado de la vivienda en propiedad. “Esto podría ayudar a 500.000 familias y crear más de 1,7 millones de empleos”, aseguró Botín.

Mientras, el presidente de Bankia, Jose Ignacio Goirigolzarri, pidió poner el acento en la formación para incrementar la productividad española y responder mejor a las demandas presentes y futuras del mercado de trabajo. Pero sobre todo el presidente de Bankia pidió seguridad jurídica y evitar impuestos innecesarios para la banca y las empresas. “Quiero subrayar especialmente la necesidad de no subir impuestos por su efecto negativo en el tejido empresarial”, insistió también José Bogas, consejero delegado de Endesa.

Unas empresas que fueron efusivamente elogiadas por Juan Roig, el presidente de Mercadona, quien inauguró el evento sacando pecho por los “héroes” del sector de la distribución. Roig elogió, chascarrillo incluido, la capacidad de haber podido mantener la cadena de suministro en los peores momentos “aunque a veces no tuviéramos todo el papel higiénico que demandan los clientes”, comentó. Un deber cumplido que le llevó a enarbolar el “orgullo de ser empresario y poder contribuir a la sociedad civil” y al tiempo a pedir un mejor trato de favor para este colectivo que es “generador de riqueza y bienestar”.

Europa indispensable

Jordi Gual destaca la “encomiable” labor del BCE en esta crisis y la rapidez de la respuesta

Fue Francisco Reynés, presidente de Naturgy, quien resumió el espíritu que debería guiar la recuperación. “España debe demostrar que es un excelente lugar para vivir, invertir, trabajar y visitar. De esa forma cubriríamos las cuatro necesidades claves para potenciar nuestra economía”, dijo.

Pero si en algo coincidieron los grandes empresarios fue en que es necesario canalizar adecuadamente las ayudas definidas por Bruselas y que estas lleguen pronto. Tal vez fue Jordi Gual, presidente de CaixaBank, quien puso un mayor acento en la importancia de la actuación europea. Gual destacó la “encomiable” labor del BCE en esta crisis y la celeridad de las respuestas, y apuntó que el paquete de ayudas de Unión Europea debe ser visto como el embrión de una unión fiscal a modo de Tesoro Único estadounidense.