La pandemia de coronavirus no ha paralizado ni mucho menos el sector agrícola, pero sí ha tenido un importante impacto sobre sus condiciones de trabajo y sobre los costes de producción. Así lo aseguraron ayer el presidente de la asociación empresarial de fruta de Catalunya (Afrucat), Francesc Torres, y el director general de Alimentació i Indústries Agroalimentàries de la Generalitat, Carmel Mòdol, durante la presentación de las previsiones para la campaña de fruta dulce que acaba de arrancar.
Producir melocotones o nectarinas sale más caro que nunca. Las estrictas normas de seguridad que han de seguir los agricultores han doblado los precios de logística y transporte en el campo, además de tener que asumir la compra de material sanitario de protección (mascarillas y otros productos). A todo esto se suma el incremento del 6% del nuevo convenio de los salarios de los trabajadores de las centrales. “El sector no podría sostener una campaña más sin cubrir costes”, subrayó Torres, recordando las protestas que vivió el campo a principios de año por la crisis de precios.
Catalunya tendrá una caída de la producción de melocotón y nectarina del 18%: “No habrá para todos”
Ahora bien, Catalunya prevé este año una caída de la producción de fruta dulce de hueso del 18,6% respecto al 2019, situándose en 413.050 toneladas. Un descenso provocado por las condiciones meteorológicas (heladas que han afectado a algunos cultivos) y las características de la floración de los árboles este año. La calidad de la fruta, en cambio, será “especialmente buena”. Ante esta escasez de producto, los agricultores prevén una importante subida del precio en origen –los primeros indicadores señalan incrementos del 25%–, que deberían asumir los distribuidores. “No se puede vender la fruta en el supermercado a 6 euros y que el agricultor la venda a 50 céntimos”, señaló al respecto el director general de Afrucat, Manel Simon, que reclamó cobrar un precio justo. Está por ver si los distribuidores trasladarán las subidas de precio en origen a los consumidores o aceptan una bajada en sus beneficios.
“Creemos que este año el sector productivo catalán podrá defender los precios”, añadió el director general de Afrucat. “Todo hace pensar que se puede dar una disputa por los melocotones y las nectarinas en el mercado. No habrá para todo el mundo”, insistió.
Afrucat también advirtió de las dificultades para encontrar mano de obra esta temporada debido al cierre de fronteras por el coronavirus. La campaña para atraer a personas en paro no ha cubierto las necesidades de temporeros y muchos de los trabajadores extranjeros que iban cada año a los campos no han podido llegar por las restricciones de movimientos.
Los productores han pedido de nuevo al Gobierno facilidades para contratar trabajadores extranjeros. La agrupación empresarial ha llegado a un acuerdo con el gobierno rumano para autorizar la salida en autocar de trabajadores, que se espera que lleguen la semana que viene a Catalunya, y está trabajando para traer temporeros en avión. Además, han solicitado una vez más una regularización de inmigrantes sin papeles para que puedan recoger fruta en el campo, como ha hecho Italia recientemente. Otra de las medidas planteadas es la instalación de hospitales de campaña en las zonas de cultivo para poder tratar los posibles casos de coronavirus que surjan entre los temporeros.
Vecinos de Lleida y miembros de ONG protestaron la semana pasada por la precariedad en la que vivían decenas de temporeros, algunos de ellos durmiendo en la calle. El Govern asumió entonces la atención a estos trabajadores, a los que se les han realizado test de la Covid y buscado alojamiento.