Europa acuerda un fondo de recuperación sin fijar el montante
Emergencia económica
La mayoría de países son favorables a llegar a 1,5 billones de euros
El aspecto positivo es que la Unión Europea creará un fondo de recuperación para ayudar a los distintos países a salir de la crisis económica en que se están sumergiendo. El reverso de la moneda es que, por el momento, no hay acuerdo ni sobre el montante global ni sobre cómo se financiará ni tampoco si acabará ofreciendo créditos o ayudas a fondo perdido. Vistas las discrepancias, la alternativa ha sido encargar a la Comisión Europa que lo trabaje a fondo y presentar propuestas para el 6 de mayo.
“Un fondo de recuperación que es necesario y urgente. Este fondo tendrá una magnitud suficiente y se dirigirá a los sectores y áreas geográficas más afectadas y estará dedicado a esta crisis sin precedentes”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al final de la reunión. De todas maneras, el mismo Michel reconocía que no va a ser fácil: “Será difícil pero hay una fuerte voluntad política de trabajar juntos en las próximas semanas”.
Temas claves pendientes
División sobre si las ayudas serán en forma de crédito o a fondo perdido
Un elemento pactado es que el fondo estará ligado al presupuesto de la UE de los próximos siete años (2021-27), lo que supondrá forzosamente un aumento significativo de estos números. “Necesitamos incrementar nuestra potencia de fuego para ser capaces de generar las inversiones necesarias en la Unión Europea”, dijo la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, y apuntó a aumentar el presupuesto en los dos o tres primeros años hasta un 2%, respecto al actual 1,2%. Von der Leyen mencionó la cifra de un billón, y el montante con que su equipo está trabajando es incluso superior, se sitúa alrededor del billón y medio. Ésta fue también una cifra mencionada por varios jefes de Gobierno durante la reunión.La canciller alemana, Angela Merkel habló de que haría falta un “esfuerzo enorme”.
En definitiva, ocurrió más o menos lo esperado. Se sabía que el tema no llegaba ni suficientemente trabajado ni con acercamientos significativos entre las posiciones. Por tanto, acuerdo en el principio de crear el fondo y la batalla dura vendrá más adelante.
La reunión de ayer no fue tensa, como en anteriores ocasiones. Tal vez ayudó la videoconferencia a 6 del lunes, en que Michel puso en la misma mesa digital a los grandes protagonistas, entre los cuales Sánchez. Ayer, cada uno expuso sus posiciones, en algunos puntos muy discrepantes, pero se mantuvieron educadamente las formas.
La sesión empezó con un aviso de la presidenta del BCE, Christine Lagarde. Según sus cálculos, el PIB de la zona euro puede caer entre un 5% y un 15% este año a consecuencia de la crisis del coronavirus. Después, vino la intervención de Angela Merkel, constructiva dentro de su oposición a las mutualización de la deuda. Es cuando habló de grandes esfuerzos.
Encargo a la comisión
Presentará su propuesta sobre el fondo de recuperación el 6 de mayo
Uno de los elementos importantes que queda pendiente es si las ayudas serán en forma de créditos o a fondo perdido. Es una de las grandes peticiones españolas, pero a la que los países del norte se resisten. Von der Leyen habló de buscar un equilibro correcto entre préstamos y subsidios, lo que puede indicar un reparto en mitades.
Al final de la reunión no compareció ante los medios el presidente español, y delegó en la ministra de Exteriores, Arancha González, que defendió las transferencias sin retorno, con tres argumentos: para evitar el sobreendeudamiento de algunos países, por solidaridad y para garantizar una salida simétrica a la crisis.
Fuentes de la Moncloa se mostraron satisfechas por el resultado al considerar que han conseguido trasladar el debate a un marco más favorable a su interés al haber elevado el nivel de ambición del fondo. Celebran que la mayoría de países se muestre favorable a un montante cercano a 1,5 billones de euros . Sin embargo, reconocen que la batalla por conseguir que las ayudas sean inversiones que no tengan que devolverse será duro. Este es un tema muy abierto y sobre el que pesará la propuesta que formule la Comisión Europea. El concepto del que parten los países del norte de Europa es que el dinero se acompaña de condicionalidad prácticamente en todos los casos.
Del tono menos tenso de la reunión dio constancia el primer ministro holandés, Mark Rutte, uno de los duros en sus declaraciones a la salida. Dijo que “tensiones, si estuvieron allí, no duraron mucho. Trabajamos como debemos en Europa, con la asunción que todos intentamos lo mejor para nuestros países y para la Unión Europea en su conjunto”. Esta vez, el holandés estuvo suave en las formas, pero igual de duro en el fondo. No quiere pronunciarse sobre el montante del fondo y por supuesto, se resiste a inversiones a fondo perdido.