El Ibex pierde un 11% en siete días por el coronavirus
La epidemia y las bolsas
El Covid-19 provoca la mayor pérdida de puntos de la historia de Wall Street
La corrección del Ibex ya es histórica. En sólo una semana, el índice con las 35 principales empresas de la bolsa española ha perdido un poco más de 57.000 millones de euros, el equivalente al 11% de la capitalización bursátil que tenía el 19 de febrero, cuando se acostó ligeramente por encima de los 10.000 puntos. La espantada de los inversores se basa en una realidad ahora mismo incontestable: de forma justificada o no, el coronavirus ya se ha convertido en una suerte de pandemia para la economía.
Así lo prueba el récord negativo firmado ayer en Wall Street, que se dejó 1.190,95 puntos en la jornada. Una caída del 4,42% que supone además la mayor pérdida de puntos en toda la historia del parquet neoyorquino.
La crisis sanitaria ha provocado cierres temporales de fábricas, recortes de producción por falta de suministro, anulaciones de múltiples actividades relacionadas con el ocio, los viajes y el consumo y retraso en la materialización de inversiones. Restará, por lo tanto, varias décimas al PIB mundial y eso implica menores beneficios empresariales de los previstos.
CORRECCIÓN GENERAL
La desconfianza deja en las bolsas europeas la mayor caída desde el Brexit en el 2016
Si lo anterior es lo seguro, la incertidumbre está en el alcance de la epidemia o pandemia –si llega a serlo– y en el golpe económico. Pero quienes invierten en activos de riesgo prefieren ponerse a salvo antes de averiguarlo. De ahí las ventas masivas en las bolsas. El Índice del Miedo y la Avaricia –que elabora la CNN Money a partir de siete indicadores del mercado relacionados con las acciones, la volatilidad y los bonos, entre otros– es una buena muestra del sentir general. Ayer cayó hasta los 14 puntos, muy cerca del cero, que refleja el pánico absoluto, y casi en el extremo opuesto al cien, propio de los picos más altos de las burbujas.
Pérdidas sin paliativos
Nadie se siente ahora a salvo en las bolsas. El Ibex cerró ayer en los 8.986 puntos tras volver de nuevo a las pérdidas sin paliativos, con un retroceso del 3,5% en una sesión en la que IAG volvió a ser protagonista. El grupo aéreo perdió un 8,6%, lo que, sumado a la sangría de los días anteriores, le ha supuesto dejarse más de 3.300 millones de valor, un 22%. Entre los grandes damnificados por las últimas cinco sesiones bursátiles no se libra nadie. El Santander se ha dejado 8.300 millones; Inditex, 7.400; Amadeus, otros 5.100; Telefónica y el BBVA, unos 4.300...
Fuera de la bolsa española, la situación es idéntica. Ayer, tras la ligera calma del día anterior, las peores fueron las empresas belgas, cuyo selectivo se desplomó un 5%. Londres cerró con números rojos del 3,5% y el Eurostoxx, el índice de los principales valores europeos, cayó un 3,4. La desconfianza, y la previsible caída de la demanda, continuó lastrando al petróleo. El Brent se fue hasta los 50,5 dólares el barril. Hay tensiones en la OPEP entre quienes quieren mantener los actuales niveles de producción y los que abogan por nuevos recortes para contener la caída de los precios.
El miedo es el motor
El Índice del Miedo y la Avaricia muestra al mercado muy cerca del ‘modo pánico total’
En el mercado de bonos, mientras tanto, continúa el tradicional fly to quality o vuelo a la calidad, que es como se describe la apuesta por la seguridad cuando las aguas bajan revueltas. El bono de Estados Unidos a 10 años está en un mínimo histórico del 1,3% por el mayor apetito de los inversores por la deuda considerada más segura. Lo mismo pasa con los bonos alemanes. El bund a 10 años cerró ayer en el -0,53%. Toda la deuda alemana, incluso la de vencimiento a 30 años, está en negativo. Otros estados menos solventes y fiables se benefician también de esta corriente imparable desde el riesgo a lo seguro. Por ejemplo, la deuda española tiene el bono a diez años en el 0,33%. Ninguno de los títulos del Estado hasta los seis años de plazo está en positivo. Si se tiene en cuenta la inflación, cerca de tres cuartas partes de la deuda mundial es un mal negocio para sus tenedores.
Pero no importa. Hoy, lo importante es estar a salvo. “Cualquiera que tenga una mejor idea de lo que se avecina, que nos avise por favor, porque en este momento la dirección de la economía está en línea recta hacia abajo”, dijo ayer a Bloomberg Chris Rupkey, economista jefe de Union Bank. El coronavirus ha provocado un duro ajuste en las bolsas que anticipa un frenazo considerable en la economía mundial y en los resultados empresariales. El mercado va ahora hacia abajo y solo una mayor visibilidad en torno a la crisis sanitaria clarificará el panorama. Mientras tanto, reinará la volatilidad.