El PSC, En Comú Podem, el PPC, Cs y la CUP evitaron este lunes que el proyecto de ley de contratos de servicios a las personas, conocido como ley Aragonès, llegara hasta el pleno del Parlament al votar en contra del dictamen durante la comisión de Economia en la Cámara.
Por once votos en contra y diez a favor –los de JxCat y ERC, los dos partidos del Govern–, los diputados decidieron que este proyecto, que toma el nombre del vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía, Pere Aragonès, ni siquiera fuera sometido a votación en el plenario.
La CUP y los comunes ya habían avanzado su voto negativo, el PPC y Cs habían anunciado que votarían a favor, mientras que el PSC, que ha acabado decantando la balanza, había mantenido su decisión en interrogante hasta hoy mismo.
Fuentes parlamentarias explicaron este lunes a Efe que, a raíz de esta decisión, la oposición ha logrado zanjar aquí el recorrido de la polémica ley Aragonès, que contaba con el rechazo frontal de los principales sindicatos y entidades sociales de Catalunya.
Los trabajadores de la educación, la sanidad y los servicios sociales se habían opuesto a esta ley, al entender que permitiría la privatización de 250 servicios públicos en Catalunya. Según sus detractores, con esta norma se hubiera abierto la puerta a privatizaciones masivas y a nuevas líneas de negocio, principalmente en el sistema sanitario, educativo y de servicios sociales.