El vehículo eléctrico en Europa es, al menos por ahora, una cosa de ricos. De muy pocos ricos. Sólo seis países compran el 80% de los coches eléctricos que se matriculan cada año en la Unión Europea (UE), según un estudio de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles –ACEA, por sus siglas en inglés– presentado este jueves en el marco del Automobile Barcelona, el Salón Internacional del Automóvil.
El informe, hecho público por el secretario general de la ACEA, Erik Jonnaert, y por Mario Armero, vicepresidente de Anfac, compara los datos de los países de la UE sobre ventas de coches eléctricos en el 2018 con el producto interior bruto (PIB) per cápita de ese año. Y la conclusión es que hay una clara correlación entre el poder adquisitivo y la apuesta de los consumidores por los vehículos no contaminantes.
Europa
La diferencia entre los países más ricos y los más pobres es hoy en día abismal
Únicamente el 2% de los vehículos matriculados en Europa el año pasado fueron eléctricos, según la ACEA. Esta realidad choca con el ambicioso objetivo de lograr una reducción de las emisiones de CO2de coches y furgonetas del 15% en el 2025 y del 30% en el 2030, una meta imposible de cumplir si no cambia la realidad del mercado automovilístico de una forma muchísimo más rápida que hasta ahora.
Y esto no sólo no está pasando al ritmo adecuado sino que lo hace de forma muy desigual en el Viejo Continente. Según la asociación, en la mitad de los estados miembros de la UE la cuota de mercado de los coches eléctricos no supera el 1% y todos los que se encuentran en ese grupo –donde están los del centro y este de Europa, pero también España, Italia y Grecia– tienen una renta per cápita inferior a los 29.000 euros.
En cambio, en los países donde se ha producido un despegue más significativo o relevante de los vehículos más limpios, el dinero abunda. Según la ACEA, sólo aquellos países donde la renta per cápita supera los 42.000 euros, la cuota de mercado de las nuevas matriculaciones superó en el 2018 el 3,5%. La renta per cápita media de los europeos se sitúa en los 30.600 euros.
Perspectiva
El sector cree que el diésel tiene aún un futuro claro para quien conduce muchos kilómetros al año
Aunque no forma parte de la UE, la referencia es Noruega. Allí, con una renta per cápita media equivalente a unos 73.200 euros –su moneda es la corona noruega–, casi la mitad de los coches matriculados en el 2018 fueron eléctricos. El mercado noruego es pequeño, hay una clara conciencia ecológica y dinero. Algo que no pasa en todas partes.
“Para compensar este mercado tan fragmentado, más del 50% de todos los automóviles nuevos vendidos en Europa Occidental tendrían que ser eléctricos para alcanzar un punto de referencia promedio de la UE del 30% para el 2030, según lo propuesto por la Comisión”, dijo este jueves el secretario general de la ACEA.
Uno de los problemas por resolver es la falta de puntos de carga: hoy hay 150.000 en la UE y debería haber no menos de 2,8 millones en el 2030. “Hay mucho por hacer”, reconoció Jonnaert, que defendió, pese a todo, que los coches propulsados por motores diésel siguen teniendo futuro. “Está claro que nunca volveremos a la situación anterior a la crisis [dijo en referencia al dieselgate], pero también creo que el diésel siempre será una de las opciones de los consumidores, perfectamente válida, por ejemplo, para aquellos que conducen muchos kilómetros al día o a lo largo del año”, añadió.