Mijaíl Fridman, el oligarca ruso calculador que ahora busca hacerse con DIA
Perfil
El jefe del grupo que quiere hacerse con supermercados Dia es un inversor frío que aprovecha las tendencias del mercado
La calculada operación de LetterOne para hacerse con la mayoría de las acciones de supermercados Dia tiene detrás una mente brillante, la de su presidente, el magnate ruso Mijaíl Fridman. La carrera de uno de los empresarios menos mediáticos de Rusia está plagada de enconadas batallas corporativas, tanto contra rivales locales como contra grupos occidentales.
Pero no se trata de un depredador, sino de un avezado inversor con una brillante estrategia. Ser su rival en los negocios puede costar muchos disgustos, pero convertirse en su socio podría traer pingües beneficios. Esta forma de actuar, le ha permitido convertirse en uno de los hombres más ricos de Rusia (el octavo de la lista de Forbes, con 15.100 millones de dólares), con intereses en el sector bancario, en el petrolero, el sector alimenticio o las telecomunicaciones, y sin el colchón del actual poder ruso, del que sí gozan otros oligarcas.
Forbes
Es uno de los hombres más ricos de Rusia
La revista Forbes resumía hace unos años los “principios de Mijaíl Fridman” recogiendo varias de sus citas más atrevidas. “Creo que de todas las actividades humanas, la guerra es la que más se acerca de alguna manera a la actividad empresarial. Las contiendas corporativas reflejan el mismo grado de tensión que una batalla, y la misma agudeza, la misma intransigencia”, dijo el inversor en 2010 en el proyecto de Lecciones públicas del portal Polit.ua.
Esta dureza la han reconocido varios de sus colegas. “Con él fue como un partido de rugby”, decía en 2015 al Financial Times un persona próxima a TNK-BP que recordaba la batalla empresarial que comenzó en los años 90 y que terminó en 2003 con la creación de la petrolera por parte de BP y un consorcio ruso del que formaba parte Alfa Group, el buque insignia de Fridman.
Inicios
Comenzó vendiendo entradas de teatro
Nacido en 1964 en el seno de una familia judía de Lvov (actual Ucrania), desarrolló su olfato para los negocios en la última década de la Unión Soviética, mientras estudiaba en el Instituto Tecnológico del Acero y Aleaciones de la Universidad Tecnológica Nacional (hoy, Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Moscú, MISiS).
Se convirtió en uno de los comerciantes ilegales llamados “fartsovschiki”, y que en esos tiempos de incertidumbre se dedicaban a la compra y venta de productos de consumo en el sector informal de la economía soviética. Comenzó vendiendo entradas de teatro y organizando fiestas y conciertos en la universidad.
Alfa Bank
En 1991 fundó el principal banco privado del país
Con la creación en 1989 de Alfa Group junto a un grupo de amigos, Fridman quedó integrado en el pequeño grupo de empresarios a los que la historia situó bien para beneficiarse de la caída de la URSS. “Para hacerse grandes, muchos empresarios de éxito necesitan estar en el momento adecuado en el lugar adecuado: muchas cosas deben coincidir”, se lee en otra cita de sus “principios”. En 1991 fundó Alfa Bank, el principal banco privado del país y una de las entidades que salió con buen pie de la crisis de 1998.
En los años 90 Fridman era uno de esos nuevos ricos que se dejaban ver en los lugares de moda y que se codeaban con el poder. Era uno de los oligarcas con influencia en el Kremlin de Borís Yeltsin. Pero eso se acabó. “Personalmente nunca me ha interesado seriamente formar parte de ningún partido”, dijo en 2010 a Die Welt. Y en otra ocasión, al Financial Times: “Tenemos una ideología de no involucrarnos en política. Nunca he intentado convertirme en una persona importante o influyente, como muchos otros empresarios rusos. Es demasiado peligroso en Rusia”.
Hombre de negocios
Tiene por costumbre no involucrarse en política, “es demasiado peligroso en Rusia”, asegura
Fridman entró en el sector de la alimentación en 2006, al cofundar la cadena de supermercados Perekrióstok, dirigida a las clases medias. Con la fusión de ésta y Piatiórochka (similar a los Dia de España) se creó el X5 Retail Group, uno de los líderes del sector en Rusia y, según Forbes el año pasado, la segunda empresa privada más importante del país tras la petrolera Lukoil.
El magnate ruso, que también tiene la nacionalidad israelí, tiene su residencia habitual en Londres. En 2013 Fridman y sus socios vendieron su participación en TNK-BP a la petrolera estatal rusa Rosneft. Utilizando 14.000 de los 28.000 millones recibidos, crearon LetterOne, la inversora con sede en Luxemburgo que participa en la petrolera y gasista alemana DEA o en el operador internacional de móviles Veon y que ahora quiere controlar los supermercados Dia.
La estrategia para lograrlo podría encontrarse en esta otra reflexión, hecha en 2004 al diario económico Védomosti: “No nos consideramos unos profesionales muy versados en un negocio en particular: no somos banqueros, petroleros o comunicadores. Los accionistas de Alfa Group no hemos recibido ni habilidades ni una educación específica. Nos consideramos inversores. Es decir, personas que en el mercado pueden evaluar una determinada tendencia, anticiparse, entender qué negocios se desarrollarán más rápido y cuáles se estancarán y caerán”.