Una de las quejas más comunes de los pacientes en la consulta es que el médico ‘se pasa casi todo el tiempo escribiendo en el ordenador y apenas me hace caso’. La sensación de tener que dedicar una parte importante del tiempo a la redacción detallada de la historia clínica provoca también desazón entre los facultativos. Por si fuera poco, cuando se la entregan al paciente, esos folios están repletos de tecnicismos y abreviaturas comunes en el ámbito clínico, como ATB (antibiótico), HTA (hipertensión arterial) o TCE (traumatismo craneoencefálico o golpe de diversa consideración en la cabeza). Para tender puentes hacia una medicina más humanizada, el Grupo Quirónsalud puso en marcha a finales del año pasado el proyecto Scribe, una iniciativa que utiliza la Inteligencia Artificial (IA) generativa para eliminar cualquier tarea administrativa y que el médico pueda centrarse exclusivamente en el paciente, haciendo que el tiempo de cada consulta sea más eficaz y de mayor calidad.

Scribe transcribiendo la consulta
Este innovador sistema evoluciona la asistencia sanitaria tradicional en España hacia un nuevo modelo centrado en la completa humanización de la atención. Scribe es un sistema que transcribe la conversación entre médico y paciente, discrimina aquellos aspectos irrelevantes para la historia clínica y genera un informe completo y detallado. Antes de entregárselo al paciente, el doctor lo revisa y valida, una tarea menos tediosa que tener que redactarlo de cero mientras el paciente habla. Esta tecnología 4.0 hace mucho más cercana la relación durante la consulta y optimiza significativamente el tiempo útil de la misma. Para el paciente supone la sensación de sentirse ‘escuchado de verdad’ por el médico. Y algo que los pacientes y sus familiares valoran muy positivamente: obtienen un informe redactado de forma clara, sin abreviaturas y más fácil de entender.
Explorar y mirar a los ojos
Para el doctor Jordi Roura Onaindia, jefe de Servicio Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitari General de Catalunya, Scribe marca un antes y un después en el trato con el paciente. “Ahora puedo mantener una conversación fluida, mirarle a los ojos y no tener que estar todo el rato pendiente de anotar los datos”, comenta.

Dr. Jordi Roura
La pantalla deja de ser una muralla inexpugnable entre médico y paciente y se convierte en una simple, aunque valiosa, herramienta visual. “Me sirve para ver o mostrar imágenes al paciente, ya sean radiológicas o esquemas anatómicos”, señala el doctor Roura Onaindia. La llegada de Scribe por ahora no elimina al ordenador de toda la vida. “Aún lo usamos para consultar aquellas aplicaciones que no están en la tablet que vehiculiza Scribe, como calendarios de programación, esquemas anatómicos, imágenes explicativas…”.
Aún queda mucho por aprender
Haciendo un símil con una orquesta en los instantes previos a un concierto, los responsables de esta innovación señalan que el sistema está aún en la fase de afinado. Los programadores trabajan codo con codo con los médicos que ya lo utilizan para implementar mejoras en su usabilidad. “En mi especialidad – la Cirugía – al principio no se reflejaban los riesgos de la intervención. Pero rápidamente dimos feedback a los técnicos y ha podido solventarse”, relata el cirujano. Reconoce que Scribe extrae razonablemente bien las pruebas y los tratamientos que surgen de la conversación. “La parte positiva es que los datos se vuelcan directamente en los campos correspondientes y eso nos va a permitir realizar análisis más completos de cada caso en el futuro”.
La implementación de Scribe se está realizando de forma gradual. Esta forma de proceder da margen para evaluar el nivel de mejora en la calidad de la atención al paciente e implementar aquellos cambios sugeridos por los profesionales que ya lo usan. En la actualidad, cerca de 3.000 médicos de los diversos servicios y unidades de los centros hospitalarios del Grupo Quirónsalud ya cuentan con este sistema en su práctica diaria, con el que se han realizado más de 250.000 consultas.
El médico sigue siendo indispensable
La llegada de la IA a la consulta médica supone una revolución, como en su día lo fue la llegada del ordenador para suplir al papel y el bolígrafo. Como entonces, este avance tecnológico sigue necesitando de un profesional con formación, experiencia y empatía para evaluar y tratar al paciente. “Scribe en este momento no sugiere diagnósticos ni tratamientos. De la conversación mantenida con el paciente, la IA identifica las exploraciones propuestas, facilitando y agilizando su solicitud. Además, identifica los tratamientos propuestos, facilitando y agilizando su prescripción”, señala el doctor Sergio Pinillos, del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Badalona.

Dr. Sergio Pinillos
En otras palabras, algo así como un ‘asistente’ en consulta o un ‘teclado predictivo’ que propone opciones para que el médico solo tenga que ‘clicar’, en vez de redactar desde cero. Minutos que gana para centrarse en lo que realmente interesa: prestar una atención más humana a sus pacientes. A lo largo de la entrevista, el doctor Pinillos repite la palabra ‘complicidad’, que en su caso no solo implica ganarse la confianza del niño para explorarlo sin llantos o reticencias de los pequeños, sino poder poner todos los sentidos en atender al relato de los síntomas por parte de los padres.
“Mirar a los ojos del paciente durante la consulta médica, entender lo que necesita cada uno, es nuestra forma de atender a lo más importante para nosotros, las personas”, sentencia la Dra. Cristina Caramés, directora asistencial y de investigación de Grupo Quirónsalud.