El negocio de las aseguradoras registró en el 2024 su primer retroceso desde la covid y parece haber tocado techo al menos en la parte de los seguros de vida, que es la que nota el menor entusiasmo de los españoles por dedicar sus ahorros a estos productos.
Según los datos presentados este jueves por Unespa, los ingresos del conjunto del sector asegurador se situaron en 75.161 millones de euros en el 2024, un 1,56% menos que en el ejercicio anterior. Desde el 2020, cuando registraron una caída del 8,3%, las primas habían venido creciendo con fuerza año a año, hasta acumular en cuatro ejercicios subidas del 30%.
Este bache en los ingresos se produce en un momento en el que las aseguradoras ganan relevancia, ya sea por su respuesta a través del consorcio a la catástrofe de la DANA o por el pulso que algunas de ellas libran con el Gobierno por Muface.
Las primas de seguros de vida cayeron el año pasado un 13,5%, hasta 28.827 millones, debido según Unespa a “la evolución del componente de ahorro tras haber tenido estos productos un comportamiento excepcional en 2023”.
Este fuerte retroceso quedó compensado en buena parte por el incremento en el resto de seguros, del 7,7% en conjunto, hasta alcanzar los 46.333 millones de euros.
Los menores ingresos no son un drama para las aseguradoras, que estos años se están viendo beneficiadas de las subidas de tipos de interés. Gestionan 210.500 millones de euros, según Unespa, y este importe ofrece una rentabilidad creciente.
Las dos grandes áreas al margen de los seguros de vida son los seguros de coches y de salud. Los primeros ingresaron un 8,8% más, hasta 13.180 millones, mientras que los de salud alcanzan ya unas primas de 12.059 millones, un 7,4% más.