El consejero delegado de Duro Felguera dimite con efecto inmediato y abre una nueva crisis

Empresas industriales

El consejo de administración decide relevar al presidente e iniciar un proceso de búsqueda de un nuevo primer ejecutivo

El presidente de Duro Felguera, Jaime Isita, interviene en la Junta General Extraordinaria de Accionistas de Duro Felguera.

El consejero delegado de Duro Felguera, Jaime Argüelles, a la izquierda, junto al presidente, Jaime Isita 

DURO FELGUERA / Europa Press

El grupo de ingeniería Duro Felguera sufre una crisis de gobernanza pocos meses después del desembarco de accionistas mexicanos y del diseño de una nueva estructura de gestión. El consejero delegado, Jaime Argüelles, ha presentado su dimisión con efecto inmediato, lo que obliga a la empresa a iniciar la búsqueda de un sustituto.

En una nota remitida a la CNMV, Duro Felguera informa de la renuncia voluntaria de Argüelles y de la convocatoria de un “proceso de selección para la elección de nuevo consejero delegado”. Mientras tanto, la comisión ejecutiva del consejo asumirá de forma provisional sus funciones.

El consejo también ha decidido nombrar presidente a Eduardo Espinosa por “su conocimiento profundo de la compañía y su residencia en Gijón”, que es donde tiene la sede el grupo. Jaime Isita abandona la presidencia, pero continuará como vicepresidente.

En esta etapa provisional, Espinosa pasará a presidir la comisión ejecutiva, por lo que se hará cargo temporalmente de la marcha de la empresa. Pese a la ausencia de un consejero delegado, la empresa ha designado como nuevo director financiero a Guillermo de Alba Rodríguez.

Una nueva estructura organizativa tras la llegada de los accionistas mexicanos

Tras el desembarco de los nuevos accionistas, Argüelles lanzó una nueva estructura organizativa sobre tres pilares, el corporativo, el de la transformación de la gestión y el de la transformación interna y digital. También agrupó el área de energía y de plantas industriales en la unidad de negocio de energía e industria.

Los inversores mexicanos Prodi y Mota-Engil ya poseen el 54,6% de la compañía e intentan enderezar su rumbo tras años de crisis. Duro Felgura es una de las empresas de carácter estratégico rescatadas por la SEPI durante la pandemia.

Los nuevos inversores ya remodelaron el consejo, del que salieron los exministros socialistas Jordi Sevilla y Valeriano Gómez, que dejaron sus cargos de vocales independientes.

Esta inversión es una de las más relevantes de empresarios mexicanos en empresas españolas de los últimos años. Otra apuesta empresarial es la de los hermanos Amodio en OHLA, cuyas dificultades parecen haber quedado resueltas con la reciente ampliación de capital por 150 millones que dará entrada, entre otros, a José Elías en el capital. La constructora también ha alcanzado un acuerdo con los bancos.

Fundada en 1858, Duro Felguera intenta dejar atrás varios años de problemas de contratación, litigios en Latinoamérica y revisiones contables. El plan es buscar la rentabilidad, internacionalizarse y aspirar a unos ingresos de 500 millones de euros a corto plazo.

El nuevo propietario, Prodi, es una sociedad industrial mexicana controlada por el empresario José Miguel Bejos y dedicada a proyectos de infraestructuras públicas, transporte o energía. Participa también junto a accionistas portugueses en Mota-Engil, más orientada a la ingeniería, los servicios y las concesiones. Por su cuenta, Mota-Engil factura 3.450 millones, cotiza en Lisboa y capitaliza 500 millones.

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