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Calma House da el paso para crecer más allá del cojín y el textil

Empresas

La compañía factura cuatro millones en el 2023 y apuesta por diversificar con artículos de decoración para toda la casa

María Manchón, Jose Riera y Clara Manchón, en una de sus tiendas de Barcelona

Llibert Teixidó

En las tiendas de Calma House, cada vez se pueden encontrar más artículos del hogar. Cortinas, alfombras, bolsos, artículos para el baño y la cocina y, por supuesto, todo tipo de cojines, el producto que más identifica a esta marca de Barcelona.

Han transcurrido casi diez años de su nacimiento y ahora Calma House ha dado el paso para crecer más allá del cojín y del textil. “Nos queremos convertir en una tienda de referencia en la decoración mediterránea del hogar”, apuntan María y Clara Manchón, miembros de la familia propietaria, cuya generación anterior fundó la cadena Textura.

Con unas 50 personas en plantilla, la empresa quiere potenciar la venta online y la división de empresas

Con esta apuesta por la diversificación, la compañía prevé facturar seis millones de ­euros en el 2024, frente a los cuatro millones del 2023. Además del incremento de la oferta de productos, la firma se quiere expandir con la apertura de tiendas propias. Actualmente cuenta con once, todas propias y ninguna franquicia, ya que, de momento, la empresa prefiere tener control absoluto de su marca. En Barcelona, cuenta con cinco tiendas y seis más repartidas entre Sant Cugat, Mataró, Girona, Palafrugell, Sitges y Eivissa. “El próximo lugar donde nos gustaría desembarcar es Madrid, vemos grandes oportunidades en esa ciudad”, comenta Jose Riera, director comercial de la compañía.

Además, Calma House quiere potenciar los ingresos a través del canal online, que hoy supone el 10% del total, y también impulsar la división de empresas. “Vendemos nuestros artículos a tiendas de decoración multimarca y también a restaurantes y hoteles que necesitan decorar sus locales”, explican. Esta última división aporta el 25% de los ingresos, está presente a escala local e internacional y llega a más de 50 países.

Desde sus inicios, la compañía ha estado conectada con el mercado global, ya que la fabricación de los productos siempre se ha llevado a cabo de forma subcontratada en países asiáticos, como India, Bangladesh, China o Vietnam. “Es la fórmula que nos permite ser competitivos y posicionarnos en el segmento de gama media alta”, comentan.

Con sede en Badalona, la compañía cuenta con un equipo propio de diseño de producto y con otro equipo de personal de tienda. En total, suma una cincuentena de trabajadores, una cifra que irá en aumento a medida que la cadena se expanda por todo el territorio. Aunque la compañía reivindica el carácter familiar de la marca, no descarta dar entrada a un socio inversor que le ayude en su crecimiento.

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