La comercializadora energética Holaluz ha mantenido recientemente una reunión con la dirección del BME Growth, el mercado en el que cotiza, para despejar dudas sobre su futuro. La compañía catalana, que atraviesa una etapa muy complicada tras perder 26 millones en 2023, presentó en dicho encuentro los resultados del primer trimestre como muestra de la mejora del negocio recurrente.
La firma presidida por Carlota Pi obtuvo un resultado operativo bruto (ebitda) normalizado positivo de 3,1 millones de euros hasta marzo, frente al resultado negativo de 14,9 millones del mismo periodo del pasado ejercicio. La empresa prevé alcanzar un ebitda normalizado de entre 19 y 24 millones para este año.
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Holaluz indicó que, en términos de ebitda contable, ya ha alcanzado el break even en los últimos 12 meses, con lo que ha remontado 23 millones de euros respecto al ebitda registrado en el conjunto de 2023.
En la reunión, Holaluz también expuso que tiene una facturación mensual recurrente que oscila en una horquilla de entre 15 y 20 millones de euros. El grupo indicó que mantiene su división de instalación de energía solar en los hogares, la división que generó más pérdidas para la empresa en 2023.
La compañía asegura que tiene una facturación mensual de entre 15 y 20 millones de euros
La compañía también informó al operador del mercado bursátil sobre el proceso de búsqueda de financiación a largo plazo por valor de 20 millones de euros en el que se encuentra inmersa, con el objetivo de sustituir su programa de pagarés a corto plazo. La compañía mantiene contacto con diversos inversores industriales y financieros, y está estudiando varias alternativas.
Holaluz presentará las cuentas anuales a los accionistas en la Junta General Ordinaria convocada para el próximo 28 de junio.
