El consorcio húngaro lanza su opa por Talgo de 620 millones tras pedir permiso al Gobierno

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Formula ante la CNMV una oferta de 5 euros por acción y reconoce que tomó la decisión de lanzarla un día después de que Óscar Puente hiciera explícito su rechazo

Talgo Avril. Tren de de alta velocidad

Tren de alta velocidad de Talgo

REDACCIÓN / Terceros

El consorcio húngaro Ganz-Mavag, en el que participan socios como la sociedad ferroviaria Magyar Vagon o la petrolera MOL, ha informado a la CNMV de que tiene tomada la decisión formal de presentar una opa sobre el 100% de Talgo, una vez solicitada la autorización al Gobierno.

En el escrito en el que confirma la opa de 5 euros por acción, frente a los 4,4 euros de cotización actual de la empresa española, Ganz-Mavag explica que la decisión de formular la oferta fue aprobada en realidad por unanimidad por el consejo de administración del consorcio el 7 de marzo. Fue un día después de que el ministro de Transportes, Óscar Puente, dijera que el Gobierno hará "todo lo posible" por impedirla.

Los oferentes también confirman que el 22 de marzo pidieron permiso a la dirección general de Inversiones del Ministerio de Industria para comprar el fabricante de trenes. También deberán obtener permiso de la Comisión Europea y de los organismo de competencia de otros países, entre ellos el de Arabia Saudí, donde Talgo opera trenes del proyecto español Medina-La Meca.

Para lanzar la operación, han recibido asesoramiento legal en España del despacho Garrigues. Aseguran que presentarán los avales bancarios necesarios para demostrar que puede hacer frente a la compra.

Apoyo del consejo de administración de Talgo

Con este paso se inicia un proceso que requiere ahora del visto bueno de la CNMV a la operación y que vendrá acompañado de la apertura de un plazo para la posible presentación de ofertas competidoras. Las reticencias del Gobierno han alimentado los rumores acerca de la posible búsqueda de otro comprador, si bien la acción se ha mantenido estable.

Los oferentes aprovechan que el primer accionista de Talgo, que es un consorcio dirigido por el fondo estadounidense Trilantic en el que participa la familia fundadora, los Oriol, quiere vender. Argumentan que serán capaces de dotar a la empresa de la capacidad de la que carece para hacer frente a los nuevos pedidos, al traspasar parte de la carga de trabajo a Hungría.

Los créditos de Talgo, la posición del Gobierno y la multa de Renfe son ahora las incógnitas

El consejo de administración de Talgo es partidario de la oferta húngara y se ha prestado incluso a dar apoyo a Ganz-Mavag para resolver uno de los problemas de la operación: el riesgo de que los bancos cancelen créditos a la empresa conforme a la cláusula que reconoce esta posibilidad en caso de cambio de control.

Hace unas semanas, el consorcio informó de que este aspecto era la principal incertidumbre planteada por la CNMV para el lanzamiento de la oferta. Hay créditos de Talgo por unos 300 millones de euros con varias entidades, Santander, BBVA y CaixaBank incluidos, cuyas condiciones pueden variar si hay una opa.

El Gobierno puede recurrir al escudo antiopas aprobado durante la pandemia, cuando muchas cotizadas españolas quedaron expuestas a compradores hostiles por su baja valoriación. Sin embargo, quiere buscar un equilibrio para no lanzar una señal negativa que desincentive la inversión exterior, por lo que "analizará todos los detalles de la operación sobre Talgo", que "opera en un sector estratégico" y que tiene "un papel fundamental en la movilidad ferroviaria", según el Ejecutivo.

Como elemento adicional se encuentra la sanción a Talgo por parte de Renfe por retrasarse en la entrega de los trenes Avril. Renfe ha remitido una carta a Talgo en la que le informa no solo de que materializará la multa, de 116 millones de euros sino también de que aplicará una penalización adicional de 50 millones de euros por lucro cesante y otra de 80.000 euros a partir de abril por cada día de demora.

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