Ganara quien ganara, Australia estaba predestinada a vivir una nueva gesta en la Rod Laver Arena. Madison Keys (29) inscribió su nombre en el país oceánico al levantar su primer Grand Slam tras derrotar a la número uno del mundo, Aryna Sabalenka (26), que no pudo degustar las mieles de firmar un 'hat-trick' consecutivo en su superficie favorita, la de Melbourne. La estadounidense se alzó con el título en Adelaida por tres sets (6-3, 2-6 y 7-5) en dos horas y dos minutos.
Keys hizo añicos y discutió todos los augurios que daban por campeona a la bielorrusa. La norteamericana estuvo imperial y su logro es de tal magnitud que asciende del puesto 14 del ránking WTA al séptimo. Con 29 años, se convierte en la cuarta campeona más veterana en vencer en un 'major'. Además, su camino para consumar esta obra es espectacular: es la primera jugadora en eliminar a las dos primeras cabezas de serie en un torneo grande desde Svetlana Kuznetsova en Roland Garros de 2009.
La tenista de Illinois encadena un 2025 sensacional con 12 victorias seguidas. A su vez, al imponerse a la 'tigresa' de Minsk, puso fin a los 20 triunfos consecutivos de la bielorrusa en Australia. Era la segunda final de Madison Keys en un Grand Slam. Hacía más de siete años que no llegaba al choque decisivo por un título y quería sacarse la espinita de aquella cruel derrota en el US Open de 2017 contra su compatriota Sloane Stephens.
La primera manga arrancaba con sorpresa. Madison Keys aterrizaba en la segunda final de Grand Slam de su historia dispuesta a desafiar todos los pronósticos y a discutir el trono de Aryna Sabalenka en su arena favorita, la pista dura. Como le ocurrió con Badosa, la bielorrusa vio como su rival le rompía el primer servicio y se colocaba por encima en el encuentro.
Keys, muy agresiva con su derecha, salió mucho más segura y sólida que la de Minsk. Parecía dar con la receta para frenarla: controlar el ritmo de cada punto y tomar la iniciativa de los mismos. Sabalenka, acostumbrada a rallies largos con golpeos durísimos con los que llevar a sus contrincantes de lado a lado, estaba incómoda y cometía errores extraños en ella: cuatro dobles faltas en la primera manga lo atestiguan.
La estadounidense enfilaba hacia el 0-2 jugando muy profundo y buscando ángulos imposibles. A Keys le salía todo para desesperación de Sabalenka. La solvencia y la calma de la norteamericana contrastaban con la inquietud de la de Minsk. Todo fluía para la tenista de 29 años y endosaba el segundo break a la bielorrusa con el 1-4, con lo que abría una brecha considerable.
En un set en el que importó más la colocación que la potencia, y con 2-5 en el marcador, Sabalenka parecía dar signos de reacción y rompía el servicio a su adversaria para ponerse 3-5. Sin embargo, Keys aún tenía margen y cerraba el primer parcial a su favor con varios reveses cruzados y paralelos de libro.
Lejos de rendirse, Aryna Sabalenka resurgió y rugió en el segundo set. La número uno mundial estuvo soberbia en la lectura del juego y fue imbatible en la ejecución de sus puntos. El parcial comenzó con el turno de servicio de Keys y, con el 30-15, Sabalenka tiraba la raqueta al suelo. Mostraba un signo de desesperación, pero ese gesto se convirtió en un punto de inflexión para salir del bloqueo.
Cambiaron las tornas y la bielorrusa tuvo su primera oportunidad de break en ese mismo juego, aunque no lo materializó. La estadounidense resolvía el apuro y tenía la capacidad para seguir firme en los momentos más comprometidos y delicados para amarrarse al marcador. Sin embargo, ya nada pudo hacer en su segundo servicio, donde ya empezó a ir pasada de revoluciones. La 'tigresa' de Minsk mordía y, visiblemente más liberada, pasaba la presión al otro lado de la cancha.
Había empezado otra película. Sabalenka puso el pie en el acelerador e imponía un golpe de efecto para elevar su ventaja hasta el 5-1. La tenista de Illinois intentó resistirse a ceder la manga, pero terminó en un contundente 6-2 para la reina del tenis mundial, que cambiaba la dirección de la bola y movía a Keys como quería.
El tercer y decisivo set fue vibrante, igualado y tenso. Ambas eran plenamente conscientes que entraban en el momento clave del duelo y del torneo. Ninguna salió a especular. Por ello, las dos fueron efectivas en su saque y lo defendieron inconmensurablemente. Madison Keys levantó las malas sensaciones del segundo parcial e hizo que todo estuviera tremendamente abierto.
El choque llegó al 5-5 con muchísima incertidumbre. La norteamericana perdía 15-30 en su servicio, pero enlazó tres puntos en los que cogió a contrapié a Sabalenka y dejaba sin margen de error a la de Minsk. El tramo final fue de infarto. Con el 6-5, Keys dejaba ver por primera vez en la pista que creía en la hazaña. En el saque de la bielorrusa, llegaban las dos bolas de partido. Tuvo que esperar a la segunda para lograr lo que se antojaba casi imposible. Aryna Sabalenka, abatida, vio escapar su oportunidad de alcanzar un triplete histórico en Australia a la altura de muy pocas leyendas. Ahora sí, la estadounidense ya tiene su primer Grand Slam.