El 3 de septiembre de 2019, en plena disputa del US Open, un libro de aventuras -Game, set, match: legacy and the Queen-, creado por el trágicamente desaparecido Kobe Bryant, en colaboración con la escritora Annie Mathew, se puso a la venta en las librerías de los Estados Unidos. Ese misma noche, Rafael Nadal, que cinco días después conquistó el Grand Slam neoyorquino, recibió en su hotel un ejemplar del libro.
El eje central argumental de Legacy and the Queen es el tenis. La historia transcurre en el imaginario reino mágico de Nova. La protagonista, una niña de 12 años llamada Legacy, vive en las afueras de la capital ayudando a su padre en la dirección de un orfanato. Legacy se esfuerza en mantener a los más pequeños, pero el tenis es su gran pasión. A primera hora de la mañana, Legacy practica todos los días con su raqueta enviando bolas a un muro de piedras que le sirve de frontón.
Libro
‘Legacy and the Queen’, el bonito legado literario tenístico de Kobe Bryant
Todo cambia cuando Silla, la reina de Nova, organiza un torneo para que sus ciudadanos puedan entrar en la Academia del Palacio. El torneo tiene además un importante premio económico para el campeón, con el que Legacy podría asegurar la supervivencia del orfanato. La joven tenista supera a sus poderosos rivales, que la sabotean continuamente, utilizando trucos mágicos como domar a un caballo alado que escupe fuego.
“Es una bonita historia de emociones”, así definió su cuento el propio Kobe en un acto promocional del libro en Newport Beach. Kobe estuvo acompañado por la japonesa Naomi Osaka, campeona del US Open en 2018, que dijo: “Me gusta la pasión y la determinación de Legacy. Ojalá pueda parecerme a ella”.
John McEnroe entrevistó aquella tarde a Kobe en el estudio televisivo de Flushing Meadows , y le preguntó que era lo que más le gustaba del tenis. “Me gusta observar como manejan la estrategia los jugadores. Yo he jugado toda la vida al baloncesto, y siempre sabes que alguien en el equipo te puede ayudar en un momento, como tu puedes ayudarle a él. Pero en el tenis, éstas sólo en la pista, y eres tú quien debes solucionar los problemas”, contestó Kobe.
Supermac también planteó a Kobe una cuestión acerca de las similitudes que veía entre el tenis y el baloncesto a nivel técnico. “Sin duda alguna, el juego de pies, la habilidad para arrancar y parar, para ajustar el cuerpo a la posición más adecuada. Es lo que creo que más tienen más en común ambos deportes”, añadió Bryant.
Un año antes, Kobe Bryant había sido premiado con un Oscar de la Academia por su cortometraje de dibujos animados Dear Basketball. El corto, de cinco minutos de duración, se había presentado en sociedad, proyectándose en el Staples Center el día en que Los Angeles Lakers retiraron como homenaje los números 8 y 24 de Kobe. La estrella del baloncesto mundial, explicó que escribir, crear, era una de sus ideas para estar activo tras la retirada.
Sin embargo, tras Legacy and the Queen, Kobe profundizó en algo mucho más íntimo. “Miro a mis hijas en casa, y ahora que voy a tener mucho más tiempo para ellas, intentaré enseñarles como manejarse y crecer en esta sociedad de la mano del deporte. El tenis es el deporte perfecto porque tiene constantes desafíos, en los que además estás solo. Aunque juegues un set perfecto, de grandes golpes, no puedes relajarte. Hay que seguir. Hay que batallar con las emociones internas. El tenis es una buena metáfora de la vida”, dijo Bryant.
El tenis entró en la vida de Kobe Bryant por casualidad. Acaba de retirarse del baloncesto profesional, cuando Rob Pelinka, su ex agente, vecino, socio de un club de tenis, y padrino de su hija Gigi, fallecida en el trágico accidente de helicóptero, le invitó a jugar. Pelinka, en el Kobe Bryant Memorial de despedida a la estrella del baloncesto en el Staples Center de Los Angeles, explicó con detalle esos momentos.
“Teníamos épicos duelos. Yo aprendí más rápido y le ganaba, algo que no le sentaba bien. ¿Qué haces Black Mamba?, era su queja en la pista. En una ocasión me estaba esperando en el club. Estaba sudando, y comprobé que sus habilidades habían mejorado muchísimo. Me enteré que había contratado al entrenador del club. No me había dicho nada. Típica Mamba Mentality”, contó Pelinka.
Más allá de sus largos partidos con Pelinka, (algunos se acercaron a las tres horas), Kobe aprovechó las ocasiones en que podía manejar su agenda familiar y social para acudir a ver en acción a los mejores tenistas. En lo que se refiere a la forma de competir, Bryant confesó que le encantaba Rafael Nadal. “Siempre ha sido un jugador con el que he disfrutado viéndole. Nadal juega con emoción. Me gusta ese tipo de intensidad en un atleta. He intentado imitar su ‘topspin’ algunas veces, pero no me fue demasiado bien”, dijo el estadounidense.
Rafa y Kobe sentían admiración mutua. Aunque tenían en Pau Gasol un amigo común, casi como un ‘hermano’, nunca llegaron a encontrarse. En el pasado Open de Australia, donde los jugadores conocieron la noticia de la muerte del estadounidense, visiblemente afectado, y luciendo una gorra de los Lakers como homenaje, mostró su tristeza a preguntas de John McEnroe. “Es un día para olvidar, pero él estará siempre en nuestro corazón y en nuestras cabezas. Pau Gasol me contó su espíritu de trabajo, de superación, de mejorar siempre y de querer siempre más. Fue una inspiración para todos. Estoy muy triste. Es uno de los grandes deportistas de la historia y merece un gran aplauso”, dijo el tenista mallorquín.
Admiración mutua
Pau Gasol era el nexo de unión entre Nadal y Kobe
El australiano Nick Kyrgios, auténtico fan de la NBA, que fue el rival aquella noche de Nadal, saltó a la pista con una camiseta de los Lakers con el número 8 en tributo a Kobe. Novak Djokovic no pudo reprimir las lágrimas. “No se qué decir, me ha cogido por sorpresa. Es uno de los grandes deportistas de todos los tiempos. Me inspiró a mi y a mucha gente. Tuve la fortuna de tener relación personal con él en los últimos diez años, y cuando necesité un consejo siempre lo tuve. Es mi mentor, mi amigo y me ha dejado con el corazón helado ver lo que ocurrió”, acertó a decir antes de llorar en la pista.
Devastada por la muerte de su amigo, Naomi Osaka le envió una desgarradora carta póstuma. “Gracias por ser como eres. Gracias por inspirar a la gente en todas partes, no tienes idea de cuántos corazones has tocado. Gracias por ser tan humilde y no actuar tan grande como tú. Gracias por cuidarme y vigilarme después de mis duras derrotas. Gracias por enviarme mensajes de texto al azar ‘¿Estás bien?’, Porque sabes lo jodida que estaba mi cabeza a veces. Gracias por enseñarme tanto en el poco tiempo que tuve la suerte de haberte conocido. Gracias por existir. Siempre serás mi gran hermano / mentor / inspiración. Te amo”, escribió la japonesa.
La totalidad del circuito, desde jugadores a ex campeones, dirigentes y árbitros, dirigieron palabras de cariño hacia las familias de Kobe Bryant y el resto de fallecidos en el accidente del helicóptero. A todos nos queda ese bonito Legacy and the Queen, una cuento de tenis para educar en los valores del deporte a los niños escrito por una estrella del baloncesto.