“En España, el que resiste gana. ¡Y a joderse toca!”.
Camilo José Cela
El fútbol es el espejo de la vida. Contiene el amor, el odio, la venganza, el éxtasis, la decepción, el miedo y, por supuesto, la suerte. Lo que no sabíamos es que el fútbol también podía ser un espacio para finos debates lingüísticos.
Entro en la polémica con deleite. Primero, por un sentimiento que me despierta de liberación: podré escribir la palabra fuck por fin en toda su desvergonzada desnudez y no con la cobarde fórmula f*** , como siempre fue mi obligación cuando trabajaba para la prensa inglesa. Y, segundo, por la extraña sensación que me posee, quizá por primera vez en la vida, de que voy a hacer un artículo convencido de que realmente sé de lo que hablo.
Me refiero a la polémica que ha generado la expulsión del jugador inglés Jude Bellingham en un partido que se disputó el sábado entre su equipo, el Real Madrid, y el Osasuna. Según el árbitro, Bellingham recibió la roja por haberle dicho “fuck you!”. Bellingham insiste en que lo que le dijo fue “fuck off!”, según él un insulto menos agresivo que fuck you! . Según el entrenador de Bellingham, Carlo Ancelotti, sí fue “fuck off”, pero sin el signo de exclamación, lo que le restaría fuerza.
Me encanta esto. Las palabras son mi negocio: vivo de venderlas. Y como las escribo casi igual de bien en español que en inglés, insisto, querido lector o lectora, que esta vez me presten seria atención.

Jude Bellingham muestra su estupefacción tras ser expulsado el pasado sábado en Pamplona
‘Fuck’ contiene más agresividad y violencia que joder
A ver. En todos los sesudos análisis que he leído sobre esta importante cuestión en la prensa española fuck se traduce como joder. Bueno, sí, y no. Literalmente el sentido es el mismo: correcto. Describe básicamente –por si alguien no se ha enterado– el acto de penetración del órgano sexual masculino. Pero fuck contiene más agresividad y violencia que joder. Por el mero sonido, en primer lugar: en la diferencia entre rematar la palabra con un duro ck o con el más suave er. En segundo lugar, porque usada como exclamación –¡joder!– no es insólito oír la palabra de la boca de una dulce abuelita española. Una dulce abuelita inglesa nunca jamás diría fuck!
Hilando más fino, Bellingham tiene razón al señalar que fuck off! es menos ofensivo que fuck you! . Es un matiz, pero sí, Bellingham acierta. Yo le dije fuck you! a un amigo una vez y me retiró la palabra durante tres años. Si le hubiera dicho fuck off! hubiéramos hecho las paces mucho antes.
Luego tenemos la aclaración que intentó hacer Ancelotti. Que la traducción más idónea de lo que le dijo Bellingham al árbitro sería “no me jodas”. Ancelotti no se equivoca, siempre y cuando Bellingham hubiera dicho fuck off con un punto de suavidad, con más énfasis en la primera palabra que en la segunda, sin necesidad de transcribir la frase con el signo de exclamación, como explicaba hace un momento.
Es probable, sospecho, que Bellingham dijera fuck off!. En tal caso existe un interesante precedente histórico señalado una vez por aquel sabio de las letras, Cristiano Ronaldo. Como recordó el The Times de Londres ayer (sí, la polémica se ha vuelto global), durante su último año en el Real Madrid Cristiano dijo: “Cuando jugaba en Inglaterra, los jugadores le dirían fuck off! al árbitro cuando les señalaba una falta en contra, y el árbitro no se lo tomaría como nada personal, pero aquí en España te dan la tarjeta roja”.
Ancelotti no se equivoca, siempre que Bellingham hubiera dicho ‘fuck off’ con un punto de suavidad
Finalmente, una observación. Los ingleses de la Liga española juegan con desventaja. Todos los árbitros, como casi todos los españoles, algo de inglés entienden. El árbitro que expulsó a Bellingham debe entender bastante si es que pensó escuchar fuck you! Indica que sabe que es más fuerte que fuck off!.
Digo que los ingleses juegan con desventaja porque podemos suponer que un jugador croata, nigeriano, neerlandés, marroquí o incluso francés le pueden decir cualquier bestialidad al árbitro sobre, por ejemplo, los hábitos sexuales de su madre o de su esposa sin temor de sufrir el más mínimo castigo. Por tanto, y por justicia, todos los árbitros españoles deberían aprender las lenguas de todas las naciones (más de 60, creo) cuyos futbolistas juegan en nuestro país. Pero sospecho que si se le propusiera la idea al presidente de LaLiga, Javier Tebas, respondería, como mínimo, a lo Ancelotti, con un suave fuck off.