El Real Madrid se llevó los tres puntos de Guingamp al derrotar al Brest en un partido muy de pico y pala, solventado con oficio y pegada, una victoria que no le sirvió a los blancos para entrar en el top 8. Para tener alguna opción el equipo de Ancelotti necesitaba al menos tres goles de ventaja y los consiguió, aunque no empezó con la intensidad necesaria, superado al principio con la energía que desplegó el cuadro bretón.
El Brest no planteó el partido desde la inferioridad, ni mucho menos. Le jugó de tú a tú al Madrid desde el minuto uno. Le ganó los duelos individuales muy pronto y el Madrid tuvo que defender atrás, sin estar cómodo en ningún momento durante el primer tiempo.
El once deAncelotti
Tchouaméni de central
Ancelotti apostó por el equipo más o menos esperado, con Tchouaméni al lado de Rüdiger en el eje de la zaga y el francés nunca dio la sensación de seguridad, todo lo contrario, lento e impreciso, cargándose de una tarjeta en el primer tiempo por una acción en el centro del campo. Quizás la única sorpresa en el once, en el que no podía jugar Vinícius por sanción, fue la presencia de Modric en lugar de Ceballos, últimamente muy entonado.
La suerte para el Madrid es que la presión del Brest no se tradujo durante los primeros 45 minutos en jugadas de peligro real. Courtois solo intervino para detener un lanzamiento de falta de Pereira Lage y y luego ya no hubo más salvo una volea de Baldé que se le fue por encima del larguero.
Mbappé
Muy pitado por el público
El Madrid produjo también muy poco en ataque. Mbappé, muy pitado por el público local, tuvo un para de apariciones al principio pero luego vivió casi exclusivamente de las acciones de Rodrygo. En el 25 el brasileño pudo marcar con un buen cabezazo a centro de Lucas Vázquez, pero Bizot evitó el gol con la parada de la noche. Un minuto después Rodrygo se desquitó. Sentó a Chardonnet con un regate espectacular y marcó el 0-1 de remate cruzado que superó a Bizot.
El gol no cambió la dinámica del partido. El Madrid se había sacudido un poco el dominio pero prefirió llegar al descanso manteniendo la ventaja por la mínima antes que arriesgarse a nuevas aventuras que desguarneciesen su defensa.
La segunda parte
Bellingham sentencia
La segunda parte empezó sin cambio de jugadores y con una oportunidad para cada equipo, la primera en un remate muy malo de Magnettti que se le fue fuera y en la contra Mbappé perdió un mano a mano a ante Bizot.
Lo pudo pagar caro el Madrid porque en la siguiente jugada, en el 51, marcó Ajorque pero el VAR anuló el tanto por fuera de juego del delantero. El empate frustrado encorajinó al Brest y fue a la vez su perdición porque se fue arriba con todo y el Madrid le pilló enseguida, en el 56, en un contra de libro a mil por hora que culminó en un centro hacia atrás de Lucas Vázquez y un remate a bocajarro de Bellingham.
El gol anulado
El VAR anuló un gol al Brest
Siguió a la suya el Brest y apareció Courtois con una parada monumental para desviar un lanzamiento de Faivre. Luego fue Rodrygo el que pudo marcar un gol de bandera tras un sinfín de regates pero Coulibaly le tapó el último. Por entonces el Brest ya era un equipo desatado y desesperado y el Madrid solo buscaba serenar el juego como sea.
Salió Arda Güler por Brahim y el Madrid marcó el tercero en un remate de Mbappé y un despeje de Bizot que cazó Rodrygo, que en la Champions suele estar siempre de dulce y se fue Francia con un doblete.
Falló de nuevo Mbappé un gol fácil en una noche que no fue la suya por las ocasiones erradas y el Madrid buscó hasta el final el cuarto gol que ya no encontró. Las derrotas ante el Lille, el Liverpool y el Milan la penalizaron y ahora deberá penar en una repesca como mínimo incómoda.