El Real Madrid mejoró su clasificación en la liguilla de la Champions con una goleada ante el Salzburgo, uno de los equipos más débiles de la competición, que se presentó en el Bernabéu con solo tres puntos y entrenador nuevo, Thomas Letsch. El conjunto austriaco no competía desde el 14 de diciembre y eso se notó. El Madrid se aburrió en el primer tiempo y le bailó en el segundo.
Los de Ancelotti no necesitaron ni mucho menos un partido excelente y estuvieron lejos de la imagen ofrecida ante el Las Palmas. De hecho, el Madrid jugó buena parte de la primera parte a baja intensidad, como si no supiera que estaba jugándose la vida en su trofeo favorito.
El once de Ancelotti
Valverde de lateral
Ancelotti dispuso del equipo más o menos de gala con la salvedad de jugar Valverde de lateral derecho por la sanción a Lucas Vázquez. En el centro del campo apostó por Modric en lugar del recuperado Tchouaméni y el croata estuvo acompañado por Ceballos, ahora insustituible, y Bellingham.
Arriba la novedad fue ver a Vinícius, que aún no podrá jugar en Liga el sábado ante el Valladolid, más centrado, muchas veces demasiado pegado a Kylian Mbappé.
En cualquier caso la noche fue de Rodrygo que en la Champions vive en su ecosistema perfecto. Fue lo mejor del Madrid de largo, imparable para el Salzburgo y autor de un doblete ya en la primera parte.
El Salzburgo
El rival más endeble
El Salzburgo salió de inicio con el descaro de los que nada tienen que perder. Solo lleva marcados tres goles en la Champions pero eso no le impidió tirar la línea muy arriba y quedarse con el balón en el primer cuarto de ahora aprovechándose de una cierta indolencia de los blancos.
Los visitantes solo tuvieron una ocasión, un remate cruzado del israelí Gloukh, su jugador de más calidad, que se fue fuera por muy poco. Fue un susto para el Bernabéu pero quedó pronto nada más que en eso, un susto, porque el Madrid marcó en su primera aproximación en serio, a los 23 minutos, un pase de Vinícius a Bellingham que no encontró al inglés pero sí a Rodrygo entrando desde atrás y batiendo con habilidad al portero austriaco.
Vinícius
Vio tarjeta por simular un penalti y no jugará ante el Brest
Pronto vendría el segundo gol y lo mejor del primer tiempo. En el 34 Bellingham se sacó de la chistera un taconazo que dejó a Rodrygo en buena posición y este culminó la jugada con un gran remate que supuso el 2-0. Llegar al descanso sin más castigo en contras del Madrid fue un pequeño suplicio para el Salzburgo pero el Madrid no solo no amplió ventaja sino que Vinícius volvió a las andadas y se llevó una tarjeta amarilla por simular un penalti en las narices del árbitro sueco. La tarjeta tiene consecuencias porque el 7 del Madrid no podrá jugar ante el Brest el miércoles próximo el último partido de la liguilla.
La segunda parte comenzó con el cariz con que había empezado la primera, con el Salzburgo dominando el balón y el Madrid a verlas venir, un tanto replegado. Sin embargo, ya a los tres minutos de la reanudación volvió a anotar el Madrid en un error monumental del portero Blaswich, que intentó regatear a Mbappé. El francés le quitó el balón como a un colegial y marcó el 3-0 a puerta vacía.
La segunda parte
El portero austriaco regaló un gol a Mbappé
El gol dio paso a un festival del Madrid, que empezó a gustarse ante un rival que ya estaba con la moral por los suelos. A los 55 surgió de pronto el genio de Vinícius, hasta entonces totalmente desaparecido. El brasileño protagonizó uno de los demarrajes marca de la casa, se fue de todo aquel que le salió al paso y marcó de derechazo.
Enseguida vinieron los cambios. Entraron Alaba y Arda Güller y se fueron Bellingham y Ceballos. Valverde pasó al centro del campo. Luego fue el turno de Brahim y Endrick por Mbappé y Rodrygo.
Los últimos 20 minutos se jugaron con el Salzburgo embotellado en su área. Blaswich le negó el gol a Brahim en su mejor parada de la noche pero no pudo hacer nada para evitar la manita tras una gran internada de Valverde y un pase a Vinícius, que regateó al central y definió. Cuando aún se esperaba algún que otro gol de los blancos, en el 85, llegó el gol del honor austriaco en un fallo de marcaje de la defensa y una volea del danés Bidstrup que superó a Courtois. El Madrid deberá ganar el próximo miércoles en Brest y esperar rival para la repesca.