Alirón blanco con goleada
Real Madrid, 4 - Espanyol, 0
El Real Madrid, con solo tres titulares, gana de forma muy cómoda un Espanyol que dio una mala imagen
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El Real Madrid ya tiene su liga número 35. El Espanyol no pudo retrasar el alirón que ya los blancos daban por descontado que se iba producir esta tarde desde que ganaran en Pamplona y el Barcelona pinchara ante el Rayo en el Camp Nou. El Real Madrid necesitaba un punto y se llevó los tres la tarde en que Carlo Ancelotti realizó rotaciones masivas con vistas a tener a los titulares lo más descansados posible para la vuelta de la semifinal de la Championes, el proximo miércoles ante el Manchester City.
La fiesta estuvo más en las abarrotadas gradas que sobre el césped, que vio un juego contenido y poco vibrante, gastando esfuerzos con calculadora. El partido nació un tanto desangelado. De los habituales de la casa jugaban solo tres: Courtois, Casemiro, que lo hizo de central junto a Jesús Vallejo, que solo había disputado en la temporada 14 minutos, y Luka Modric. Lo del croata fue una sorpresa porque es el más veterano de la plantilla, cerca de cumplir los 37 años.
El Espanyol
Necesitado de puntos, jugó muy mal
El Espanyol llegó al Bernabeu en una situación no demasiada cómoda en la tabla, sino más bien necesitado de puntos para evitarse líos en las jornadas finales. Ya había ganado al Madrid en Cornellà en la primera vuelta, pero esta vez estuvo lejos de poder inquietar a los blancos. Dio muy mala imagen. Courtois vivió una tarde muy plácida.
El Madrid salió con el freno de mano echado. No necesitaba un partido alocado y contaba con que poco a poco las ocasiones fueran llegando. El juego fue insulso hasta la media hora, si bien Mariano, un delantero que no entiende de pausas y que siempre parece pasado de revoluciones, pudo antes marcar hasta por tres veces. En la más clara se anticipó en el salto al central Calero y cabeceó al poste.
El doblete
Rodrygo está en su mejor momento de la temporada
Pasada la primera hora el juego espabiló porque el Madrid empezó a hacer daño por la conexión en la banda izquierda entre Marcelo, muy aplaudido como pago a sus muchos años de servicio, y Rodrygo Goes, que ha llegado a este final de temporada muy bien de forma. El 1-0 llegó a los 33 minutos en una jugada entre ambos, un pase de Marcelo y un remate habilidoso de Rodrygo que superó a Diego López.
El Espanyol, que hasta entonces había defendido sin grandes agobios, entró en pánico y antes del descanso, a los 44, encajó un segundo gol que parecía ya una losa muy pesada. Esta vez todo comenzó con un robo de Mariano a Yangel, torpe a la hora de salir con el balón jugado. El balón lo recogió Rodrygo, que se metió en el área y definió al palo corto para despistar a Diego López.
El Espanyol salió en la segunda parte con un ánimo más ofensivo. El Madrid se acomodó perfectamente a lo que proponía el rival. Se dejó dominar y a los 55, en la primera contra que tiró, marcó el 3-0 en un balón llevado por Camavinga y un remate cruzado de Marco Asensio, que golpea al balón de lujo.
Al cuarto de hora y con el público cantando “Nos vamos a la Cibeles”, Ancelotti realizó un tripe cambio. Retiró a Modric, Casemiro y Mariano y puso en acción a Kroos, Isco y Benzema, que fue recibido con la ovación más grande de la tarde.
Triple cambio
Wu Lei, Didac y Morlanes no espabilaron al espanyol
La reacción de Vicente Moreno en el banquillo fue también llevar a cabo un triple cambio. Se fueron de Tomás, Melendo y Vilhena y entraron Wu Lei, Didac y Morlanes. Dio igual. El partido de De Tomás fue pobre, acorde con el equipo en el Bernabeu. Estos días se especulaba con su posible regreso si el Madrid consigue desprenderse de Jovic y Mariano.
Con todo vendido, el Madrid encontró dos goles más. El primero de Isco, anulado por fuera de juego de Rodrygo. Sí subió el 4-0 en un centro de Vinícius y un remate de Benzema. Vinícius y Benzema, la sociedad que ha dominado esta liga con mano de hierro. Marcelo y Benzema recogieron en el palco la Copa de la Liga de manos de Luis Rubiales y la fiesta se trasladó a Cibeles.