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El Madrid gana una agotadora Supercopa con prórroga incluida

Real Madrid, 0 (4) - Atlético, 0 (1)

Después de 120 minutos sin goles decidió Sergio Ramos en la tanda de penaltis

El Real Madrid, con el trofeo de la Supercopa de España

Juanjo Martín / EFE

Mira por dónde la recauchutada Supercopa de España será recordada por siempre por uno de los clubs perdedores. El Barcelona se fue a Arabia Saudí con entrenador y regresó sin él, en un episodio de los que quedarán en la memoria del club, como si fuera un trofeo, pero bochornoso. El torneo lo ganó el Real Madrid, uno de los equipos agraciados por el nuevo formato, que sin ganar la Liga ni la Copa allí estaba con su capitán en Jeddah, recogiendo la Supercopa. La Federación Española, responsable del invento, se va con los bolsillos llenos de riales, moneda saudí, pero transmitiendo la sensación de haber promocionado una competición prefabricada que, sin Messi, el único gran reclamo real, no llegó a llenar del todo el estadio el día de la final. En el mes de enero, interrumpiendo la Liga, la Supercopa exigió de los dos finalistas dos partidos, uno de ellos con prórroga. Todo a 5000 kilómetros de Madrid. Demasiado esfuerzo. Una anomalía que tendrá dos ediciones más porque así lo estipula el contrato firmado por la Federación con Arabia Saudi. El año que viene la sede será Riad.

El partido no fue gran cosa. Tuvo más emoción que juego, algo inevitable cuando se trata de un derbi. El Madrid compareció repitiendo la fórmula que tan bien le funcionó en las semifinales contra el Valencia, alineando a cinco centrocampistas con la intención de dominar el partido a través de la posesión. Pero el Atlético, con la marca de Simeone marcada en la piel, defiende mejor que el Valencia, de hecho que cualquier equipo al uso, así que las llegadas del Madrid llegaron con intermitencia y siempre con los atacantes en posición forzada. Ante el cerrojo, lo probaron Casemiro y Modric con disparos lejanos que fueron pan comido para Oblak. También Mendy más adelante con una acción personal desde la banda izquierda. Y Casemiro antes del descanso con un cabezazo originado en un córner que salió alto. De entre los blancos destacó Fede Valverde, un futbolista fresco de piernas y mente que pide todos los balones y les da sentido y verticalidad. Isco no fue el del miércoles.

La final tuvo más emoción que juego

El Atlético, por su parte, introdujo a Giménez en lugar de Savic como única novedad respecto a las semifinales frente al Barcelona. Pero el aspecto de los rojiblancos fue muy diferente. Obviamente no salieron al ataque porque no es su estilo, pero sí defendieron unos metros más adelante, sin acularse tanto y tan deliberadamente como contra los blaugrana. En las filas colchoneras Morata fue el más activo y clarividente, mientras a Joao Félix le faltó carburante y agilidad mental. Sobre todo cuando Ramos le regaló un balón sin querer y el portugués solucionó el regalo tirando raso y mal.

Se activó Jovic tras el descanso de manera sorprendente. Su aparición duró dos minutos. El serbio, inédito en el primer partido en Arabia como en todo lo que se lleva de temporada, protagonizó dos acciones individuales que anunciaron brotes de calidad. En la primera mantuvo una larga carrera de 30 metros rodeado de rivales en la que a punto estuvo de definir. En la segunda estuvo hábil en el regate y duro en el golpeo con la izquierda: el balón acarició la base del poste de Oblak.

La expulsión de Valverde provocó una pequeña pelea

Francois Nel / Getty

Apretaba el Madrid ya metido en faena para esquivar la prórroga mientras Simeone, para contrarrestar el empuje blanco, introducía a Vitolo en el campo, una decisión que le funcionó muy bien ante el Barça y bastante bien ante el Madrid. Zidane, que advirtió el apagón de Isco, también movió el banquillo. Sentó al malacitano y dio entrada a Rodrygo, origen de una jugada en la que centró Jovic y remató Valverde. No fue gol porque el uruguayo remató de la única manera posible para que el balón no entrara: mal.

La respuesta del Atlético también estuvo a punto de mover el marcador. Trippier filtró una pelota en el corazón del área y Morata, con todo a favor, tiró al cuerpo de Courtois. Pasaban los minutos inexorablemente, apuntando hacia el tiempo extra, con Mariano, a falta de delanteros sanos, como postrero recurso de Zidane. Pero fueron Rodrygo, con un chut que blocó Oblak, y Thomas, en una falta lejana lanzada con picardía, los únicos que estuvieron cerca de evitar el castigo: prórroga en el mes de enero. Bravo.

Agotadas ambas escuadras, el encuentro vivió pendiente de que alguna acción aislada lo decantara. Morata, un incordio constante, lo intentó de media vuelta en una jugada embarullada. El Madrid contragolpeó con una doble y clara oportunidad en las botas de Modric y Mariano que solventó Oblak. Pero fue Morata de nuevo, el hiperactivo, quien encendió el estadio. Se marchó solo en carrera y fue cazado por Valverde, que sacó su lado charrúa para evitar que el Atlético se llevara el trofeo. Roja al canto y tangana para animar el ambiente. El escurridizo Correa estuvo a punto de sacar petróleo de la tensión pero Courtois, cada vez más asentado en la portería blanca, le sacó dos.

Valverde derriba a Morata y evita una ocasión muy clara

Francois Nel / Getty

Decidieron, pues, los penaltis. Fallaron Saúl y Thomas. Anotó el decisivo y victorioso Sergio Ramos.

Ficha técnica

Real Madrid, 0 (4) - Atlético de Madrid, 0 (1)

Real Madrid: Thibaut Courtois; Dani Carvajal, Raphael Varane, Sergio Ramos, Ferland Mendy; Casemiro, Luka Modric, Fede Valverde, Toni Kroos (Vinicius, m.103), Isco (Rodrygo, m.60) y Luka Jovic (Mariano, m.83).

Atlético de Madrid: Jan Oblak; Kieran Trippier, Felipe, Jose María Giménez (Savic, m.98), Lodi (Marcos Llorente, m.90); Ángel Correa, Thomas, Héctor Herrera (Vitolo, m.57), Saúl Ñiguez; Álvaro Morata y Joao Félix (Arias, m.101).

Goles: No hubo.

Tanda de penaltis (4-1): Carvajal: gol. Saúl: falla; Rodrygo: gol; Thomas: falla; Modric: gol; Trippier: gol; Sergio Ramos: gol

Árbitro: Jose María Sánchez Martínez. Expulsó a Fede Valverde (m.115) por una entrada por detrás a Álvaro Morata. Mostró tarjeta amarilla a Felipe, Thomas, Savic y Correa, del Atlético Madrid, y a Mendy, Modric, Carvajal y Casemiro, del Real Madrid.

VAR: Ignacio Iglesias Villanueva.

Incidencias: Final de la Supercopa de España disputada en el estadio King Abdullah Sports City ante 59.053 espectadores.