El crédito de Rufete
Crisis blanquiazul
El técnico, que suma tres derrotas, liderará el proyecto en Segunda
Planificó y diseñó la plantilla del descenso. Eligió a Calero, irrelevante esta temporada, Vargas, relegado a revulsivo, y Ferreyra, autor de solo un gol en la Liga en todo el curso. Sugirió a Óscar Perarnau que David Gallego era el hombre ideal para liderar la aventura europea del club. Apostó después por Pablo Machín y Abelardo, ya destituidos. También trajo a Raúl de Tomás, Embarba y Cabrera mientras ascendía a director deportivo. Con el equipo al borde del precipicio dio un paso adelante para intentar el órdago. Pero la fe que mantenía Rufete en el proyecto no ha bastado. El Espanyol está virtualmente en Segunda División después de tres derrotas consecutivas con el alicantino en el cargo. Y las dudas sobre su figura no paran de crecer entre la masa social perica cuando restan cuatro jornadas y él debe liderar también el futuro proyecto del club en Segunda.
Tras la derrota contra el Leganés el equipo quedó herido de muerte. El técnico asumió que no había marcha atrás. Días antes abogaba por pelear hasta el final. Creía, convencido, que era posible la salvación. Pero la realidad ha engullido esa pretensión. La plantilla perica ha demostrado sobradamente que no es capaz de competir en Primera. Las cuatro jornadas que quedan erosionarán mucho más la figura del hombre de confianza de Chen junto a José María Durán, gerente del club.
Durante el confinamiento
El club ya ha pactado las renovaciones con Javi López, Diego López y Dídac Vilà para su continuidad
Este guión de pesadilla demandaría un giro de timón inmediato para enfrentarse a la Segunda División. Pero lo que por el momento sugiere el club es continuidad. La de Rufete, no como técnico sino en los despachos, la de Durán, que no lleva en el cargo más de seis meses, y la de muchos jugadores que han sido señalados por la afición como causantes del descenso. Así, según ha podido saber La Vanguardia y adelantó la Cope, el club ya ha pactado las renovaciones de Javi López, Diego López y Dídac Vilà. Se acordaron durante el confinamiento con una rebaja salarial en caso de descenso, para intentar lograr un mayor impulso que se ha demostrado insuficiente. El resto de jugadores que acaban contrato, como Naldo, Jonathan Calleri, Facundo Ferreyra, Ander Iturraspe, Bernardo Espinosa y Sébastien Corchia, no seguirán.
Junto a Rufete estará José María Durán, con experiencia en Segunda División, desde allí ascendió al Getafe, en la configuración del proyecto. Su misión será diseñar un equipo competitivo con un límite salarial que se verá reducido de 80 a unos 50 millones de euros. Y ello pese a que el club ingresará cerca de 20 millones del fondo de compensación de LaLiga por el descenso.
Récord en la categoría
El Espanyol dispondrá de un presupuesto de 50 millones en caso de descenso a Segunda
Con todo, es muy probable que el Espanyol tenga el mayor presupuesto de la historia de la Segunda División. Pero el cambio en la normativa económica debido a la Covid-19 le obligará necesariamente a vender a varios futbolistas antes de nada. Los clubs comenzarán el periodo de fichajes en números rojos y podrá ir fichando a partir de las ventas que realicen. No antes. Esto explicaría en parte las renovaciones exprés, pero obliga al club a estar muy atento al mercado, que se alargará hasta octubre, para adaptar la plantilla a la nueva categoría. El contexto de recesión en el fútbol invita a pensar que el gasto de los equipos se reduzca, algo que perjudica a una entidad necesariamente vendedora como será el Espanyol este verano.
La primera tarea de Rufete, que ha delegado momentáneamente sus funciones en Domingo Catoira, secretario técnico, será buscar un entrenador que conozca la categoría. Pacheta y Heinze son hoy los principales candidatos. Posteriormente, llegará el momento de dar la baja a los jugadores con los que no se cuente, se escucharán ofertas por otros con cartel como Marc Roca o Sergi Darder y se intentará retener a los nombres más ilusionantes como De Tomás y Embarba. Todo ello, después del Camp Nou.