Y MJ da a luz a su criatura

Atletismo | Grand Slam Track

Kingston, en Jamaica, ha acogido el estreno de Grand Slam Track, el proyecto de Michael Johnson

Kenny Bednarek, de blanco, por delante de Zharnel Hughes y Courtney Lindsey, tras el 200, este domingo en Kingston

Kenny Bednarek, de blanco, por delante de Zharnel Hughes y Courtney Lindsey, tras el 200, este domingo en Kingston 

Ricardo Makyn / AFP

Ayer, en un grupo de whatsapp formado por especialistas del atletismo, recibimos una reflexión acertadísima.

Un sabio escribía:

“Nunca un 100 y un 200 corridos en 10s07 y 20s07 produjeron tanto dinero: 100.000 dólares para Kenny Bednarek”.

Chapeau, mi querido amigo.

Y chapeau, también, para el promotor de semejante premio, un buen pedazo de pastel a pesar de los discretos registros (pues los atletas también merecen buenas recompensas, a ver si solo las van a merecer los futbolistas). Me alzo el sombrero ante Michael Johnson.

(...)

Hace un tiempo, en los años noventa, Michael Johnson (57) era el mejor atleta de su generación. Le llamaban el pato y también el expreso de Waco. Gobernaba el 200 y el 400. Tenía ambas plusmarcas mundiales (19s32 y 43s18), acaparaba oros olímpicos, también tenía sentido del espectáculo. En 1997, en Toronto, se enfrentó a Donovan Bailey en un reto de 150m. Pese a lesionarse y no llegar a meta, cobró un millón de dólares.

Luego se hizo entrenador, y en el 2018 sufrió un derrame cerebral que casi le cuesta la vida, y ahora es un comentarista televisivo y también un emprendedor del atletismo.

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De su mano ha nacido Grand Slam Track: lo ha hecho en este fin de semana, en Kingston (Jamaica), allí donde el bueno de Bednarek (26) se ha embolsado 100.000 dólares por registrar sendas marcas discretas, de 10s07 en el 100 y 20s07 en el 200.

Y ahora toca explicar qué es Grand Slam Track.

Grand Slam Track es una suerte de alternativa a la Diamond League: es una liga formada originariamente por cuatro reuniones (Kingston, Miami, Filadelfia y Los Ángeles), ya veremos si se suman algunas más en el 2026, donde se celebran diversas pruebas de velocidad, vallas, mediofondo y fondo, siempre sin liebres, en las que se retan ocho atletas por disciplina y en las que no se conciben concursos. No caben saltos ni lanzamientos.

Es abril

El formato, ‘fast food’ de carreras, ha citado a un abanico de estrellas pero ha recogido resultados discretos

–Voy a salvar lo que creo que puedo salvar; creo que puedo salvar la pista, no creo que pueda salvar la pista y los concursos. Juntar los dos funciona en los Juegos y en los Mundiales, pero no estoy seguro de que funcione si se intenta crear un deporte profesional fuera de esas competiciones globales –se ha justificado MJ en alguna ocasión.

Para concebir la criatura, Michael Johnson ha recogido 30 millones de dólares de manos de inversores privados, ha pactado con televisiones y streamers y, a golpe de talonario, ha reclutado a decenas de estrellas del atletismo, estadounidenses en su mayoría, figuras como Sydney McLaughlin, Cole Hocker, Yared Nuguse, Gabbi Thomas, Fred Kerley o el mismo Bednarek, combinados con otras figuras internacionales (Emmanuel Wanyonyi, Marco Arop, Josh Kerr, Marileidy Paulino, Jasmine Camacho-Quinn, Salwa Eid Naser o los españoles Mo Attaui y Thierry Ndikumwenayo). Incluso ahora que estamos fuera de calendario y de forma, todos estos nombres han accedido a saltar a la pista.

El formato, un fast food de carreras que se suceden vertiginosamente, ha sido un éxito de convocatoria en este arranque en Kingston, no tanto en otros aspectos: el despliegue en prensa y televisión ha sido menor, las gradas del Estadio Nacional de Kingston mostraban demasiado cemento y las marcas han sido discretas.

(Eso es lo propio, es abril).

¿Ha llegado para quedarse?

Paciencia, MJ está trabajando en ello.

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