En el jardín de su casa no manda nadie más que Marc Márquez. Imperial una vez más, el de Cervera demostró que el circuito de Sachsenring es de su entera propiedad. Nadie le rechista cuando se trata que competir contra el crono desde hace diez años. Así, por décima vez consecutiva en su carrera, Márquez logró la pole en el GP de Alemania. Esta vez destrozando el cronómetro con dos récords absolutos del circuito, para fijar la vuelta rápida en 1:20. 195.
Al favoritismo de Márquez se opusieron desde bien pronto Quartararo y Viñales, que competarán la primera fila de la parrilla de salida. Dovizioso, segundo en el mundial, se quedó estancado en la Q1 y saldrá decimotercero. Y Petrucci también demostró muchos problemas y se fue al suelo cuando buscaba mejorar su duodécima posición.
Mañana iremos a ganar y si no se puede hay que ser inteligentes y sumar puntos”
Desde el inicio de la Q2 Márquez marcó el mejor tiempo (1:20.575). Ante los problemas de sus rivales quería amarrar una pole para lograr el triunfo el domingo. Pero Quartararo no se lo pondría fácil. El francés llevaba dos poles consecutivas de las tres que ha logrado en el campeonato y quería volver a batir al auténtico coloso de la categoría.
Sin embargo, cuanto más apretó el de Yamaha, más se revolvió Márquez. Y en el segundo intento llegó el récord, el primero de la tarde. El 1:20.215 hacía presagiar que la pole tenía dueño. Pero no se rindió el francés. Tampoco Márquez, que con el cronómetro a cero volvió a dejar al mundo del motociclismo helado. Rodó 1.20.195, batió por segunda vez en el día el récord del circuito, logró su décima pole en Sachsenring y deslizó un nuevo mensaje de superioridad a todos sus rivales.
“Estoy contento porque las dos Yamahas están yendo rápido pero nosotros estamos trabajando bien. Dovi está muy atrás y Petrucci está teniendo problemas, pero mañana iremos a ganar y si no se puede hay que ser inteligentes y sumar puntos”, destacó el líder del Mundial de MotoGP.