Un suizo, segundo atleta enfermo tras el triatlón en el Sena
Juegos Olímpicos
El atleta suizo Adrien Briffod sufre una infección gastrointestinal tras competir en el río parisino aunque su médico no está seguro que guarde relación con la calidad del agua
Ya son al menos dos los triatletas afectados después de nadar en el agua del río Sena durante las pruebas de los Juegos Olímpicos de París la semana pasada. Este domingo varios medios belgas informaban que Claire Michel está hospitalizada desde el viernes por una infección causada para la bacteria E.Coli, que causa problemas estomacales.
Y este lunes, medios suizos han confirmado que el atleta Adrien Briffod también sufrió una infección gastrointestinal días después de competir al río parisino y no podrá participar en la prueba de relieve mixto. Sin embargo, el responsable médico de la delegación suiza, Hasnpeter Betschart, dice que no se puede relacionar con la calidad del agua del Sena.
También hace unos días trascendió que el triatleta canadiense Tyler Mislawchuk vomitó hasta diez veces después de nadar en el Sena. Estas circunstancias echan más fuego a la polémica por los problemas por la mala calidad del agua del río parisino, que obligó a suspender los entrenamientos la semana pasada y a posponer la prueba masculina de triatlón.
El triatlón de relieve mixto se disputa hoy
A pesar de estos casos, la organización de los Juegos de París mantiene la prueba de hoy, la de triatlón de relevo mixto, que se disputa este lunes a las ocho de la mañana. De momento, el equipo belga se ha retirado de la prueba como prevención por lo que le ha pasado a su triatleta, Claire Michel. Y el Comité Olímpico Belga ha sido muy crítico con los organizadores de los Juegos por la mala gestión con respecto a la salubridad del Sena.
Las pruebas del triatlón, tanto masculino como femenino, se disputaron el pasado miércoles después de que los últimos análisis mostraran que el agua de Sena ya era apta para bañarse. No obstante, el diario canadiense Le Journal du Québec informó de que las pruebas se hicieron sin saber a ciencia cierta si el estado del agua era el correcto, ya que los análisis se hicieron antes de que volviera a llover.