Una delegación del Real Madrid irá este próximo lunes a la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para escuchar los audios de la sala VOR del partido contra el Espanyol en el RCDE Stadium. En concreto, el club blanco pone el foco en dos acciones polémicas: el gol anulado a Vinícius y la entrada de Carlos Romero sobre Kylian Mbappé que, a juicio de los madridistas, debió ser expulsado.
Este procedimiento es habitual. Si los clubs solicitan los audios de algún duelo sobre el cual tienen dudas por alguna decisión arbitral, pueden desplazarse hasta Las Rozas para poder escucharlos. Lo que no se hace es enviar dichos documentos sonoros.
Este movimiento se produce once días después de la carta que el Real Madrid remitió al ente federativo y que mandó copia al Consejo Superior de Deportes (CSD) en el que cargaba contra el sistema arbitral con términos muy duros y en el que incluso hablaba de “corrupción”. Por su parte, la RFEF contestó a través de un comunicado en el que ni tan siquiera mencionó a la entidad blanca y se limitaba a “lamentar el tono y las graves acusaciones”.
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La misiva de los merengues tuvo respuesta por parte del resto de clubs, que solicitaron a LaLiga que denunciara al equipo blanco. La patronal presidida por Javier Tebas así lo hizo ante el Comité de Disciplina de la RFEF. El procedimiento es que este órgano solicite alegaciones al Real Madrid y se abra un periodo de instrucción.