Desde los Juegos Olímpicos de París 1924 hasta la Eurocopa de Alemania 2024. España e Italia cumplen un siglo de una rivalidad ya legendaria, que casi siempre se ha circunscrito a lo deportivo – Mussolini, primero, y codazo de Tassotti, después, al margen–, y que se ha teñido de todos los colores. Triunfadores en los dos últimos duelos, ambos de la Nations League, sigue clavada la espina en las filas de De la Fuente de la derrota por penaltis en Wembley de la pasada Eurocopa. Toca sacársela esta noche en el Arena AufSchalke de Gelsenkirchen, en plena cuenca del Ruhr, donde el fútbol, como la minería, es religión.
Ninguna selección se ha cruzado más veces en el camino de España que la italiana. Son 40 duelos desde principios del siglo pasado. Hubo un tiempo en el que la rojatenía cierto complejo de inferioridad ante la azzurra. De hecho, para encontrar una victoria en los 90 minutos reglamentarios hay que esperar hasta la final de la Eurocopa 2012, casi 90 años después de su primer enfrentamiento. Es igualmente cierto que cuatro años antes, en el estadio Ernst-Happel, todo cambió para España. Un penalti de Cesc clasificaba a los de Luis Aragonés para semifinales de aquella Eurocopa y rompía la barrera ya tristemente mítica de los cuartos de final, dando paso a los mejores años de la historia del fútbol español. Si durante 46 años, entre 1934 y 1980 no hubo duelos oficiales entre ambas, desde aquella noche gloriosa en Viena, es habitual que España e Italia se vean las caras. La de Alemania, por ejemplo, marca la quinta Eurocopa consecutiva en la que miden fuerzas.
De la Fuente: “Un España-Italia podría ser la final de un Mundial o de una Eurocopa”
Duelos a los que hay que sumar los múltiples de las categorías inferiores, en los que Luis de la Fuente es todo un experto. “Desde que estoy en la Federación es el equipo al más me he enfrentado. A nivel absoluto creo que es un clásico de las grandes competiciones, podría ser perfectamente la final de una Eurocopa o de un Mundial”, recordaba ayer el seleccionador sentado en la sala de prensa del Arena Aufschalke. “España e Italia son dos países de gran tradición futbolística y con una cultura mediática alrededor del fútbol excepcional”, añadía el riojano sonriente.
De cara a este segundo envite del torneo, el seleccionador español medita hacer alguna modificación en el once, a pesar del buen rendimiento ofrecido por sus hombres ante Croacia en el estreno. Las necesidades tácticas que exige el combinado italiano y la gestión de minutos pensando en futuros enfrentamientos ponen sobre la mesa del cuerpo técnico español la necesidad de estos cambios. El de Grimaldo por Cucurella en el lateral izquierdo es el que tiene más opciones de darse si al final opta por variar el once del triunfo ante Croacia.
Ha sido una balsa de aceite la concentración española en Donaueschingen tras la victoria del debut. Nadie ha discutido el estilo después de perder, por ejemplo, la posesión ante los balcánicos y mostrar, como venía anticipando, un juego mucho más vertical. Un escenario que viene a cuento recordar porque no es descartable que se repita ante Italia. Si la roja tuvo el 46% de posesión en su debut, la azzurra apabulló a Albania con un 70%, para satisfacción de Spalletti, y no renunciará a intentar repetir ante una España, que ha demostrado estar también cómoda agazapada esperando su oportunidad. “Intentamos interpretar las distintas fases del juego, por suerte tenemos futbolistas con registros muy diferentes”, presumía el seleccionador.
En Renania del Norte también hay en juego más cosas. El empate de Croacia ante Albania abonaba el terreno para que el equipo de De la Fuente tenga un aliciente más ante Italia, el mismo que tiene su rival, eso sí. Si alguno logra sumar los tres puntos, se asegurará la primera plaza del grupo ya de manera matemática, una circunstancia que cambiaría el foco por completo. Para empezar, porque su rival sería el tercer clasificado de los grupos A, D, E o F, teóricamente más asequibles que combinados de más entidad. Además, en el caso español, el partido ante Albania sería intrascendente para la clasificación y permitiría al seleccionador dar minutos a todos sus hombres.
Pero, antes, llega el España-Italia, el duelo infinito.
Fabián: “Lamine no aparenta su edad”
No escogió al azar la expedición española al futbolista que compareció ayer ante los medios, como manda la UEFA, en la previa del duelo ante Italia. Fabián Ruiz, goleador y asistente en el debut ante Croacia, elegido además MVP, transmitió seguridad de cara el duelo. “No sé si somos favoritos, pero tenemos mucha confianza en nosotros mismos y creemos que tenemos potencial”, declaraba. También tuvo palabras de elogio hacia Lamine Yamal. “No aparenta tener 16 años en el campo, es una de las grandes fortalezas que tenemos. Es muy bueno en el uno contra uno y es muy vertical”, apuntaba el centrocampista andaluz.
Sobre el combinado transalpino, que conoce bien por su paso por el Nápoles, Fabián Ruiz destacó que “a Spalletti le gusta presionar alto, será un rival muy complicado y deberemos estar concentrados desde el inicio”. El de Los Palacios añadía que “estamos ante un equipo agresivo, con juego táctico, al que además Spalletti ha añadido un toque de calidad con la voluntad de tener el balón, algo por lo que Italia no se había caracterizado demasiado en el pasado”.