Italia no está para romanticismos. No a su costa. Albania, la cenicienta de la Eurocopa, se ganó las simpatías del continente con el gol más rápido de la historia de la competición, a los 23 segundos, pero sufrió la reacción furibunda de la campeona, que apagó el incendio en cinco minutos de tormenta. La tricolore demostró que hay que contarla entre las favoritas, por carácter, por buen juego y por ambición.
Arranque eléctrico
Bajrami sorprendió con el 0-1 a los 23 segundos al aprovechar un error clamoroso de Dimarco en un servicio de banda
No podía empezar mejor el duelo entre vecinos del Adriático, entre la Italia 'madre' y la 'miniItalia' que comenzó comiéndose al campeón. Solo habían pasado 23 segundos cuando Dimarco sirvió un saque de banda hacia atrás, buscando a su portero, un pase atrevido, demasiado largo. Y Nedim Bajrami, centrocampista del Sassuolo, se olió la intención, interceptó el servicio errático, lo convirtió en asistencia y le dio continuidad en forma de trallazo por la escuadra de Donnarumma: 0-1 en solo 23 segundos. El gol más rápido en la historia de las Eurocopas.
Un jarro de agua fría para el campeón. Enloquecían los seguidores de las águilas rojas y negras, mayoría en Dortmund. Pero Italia no se descompuso. Ni mucho menos.
La réplica italiana
Los 'azzurri' reaccionaron con furia, con dos goles en seis minutos, de los interistas Bastoni y Barella
La tricolore avisó de que no se arrugaba con un remate de Pellegrini que se fue fuera a los 2 minutos. Fue el inicio de un acoso y derribo sobre la portería de Strakosha, una reacción furibunda con dos goles en 5 minutos. A los 11, Italia arreglaba el desaguisado con un tanto soberbio nacido de un córner en corto, centro de Pellegrini y remate de cabeza impecable al segundo palo de Bastoni, el central del Inter.
Y a los 16, su compañero interista Barella golpeaba con potencia un rechace en la frontal del área tras un disparo de Scamacca. El centrocampista, sin pararla, ponía el balón ajustado al palo izquierdo, lejos del alcance de Strakosha y la selección campeona enderezaba el rumbo en apenas un cuarto de hora.
Italia pasaba a dominar a placer y a empequeñecer a Albania con su juego-control. La modesta selección de Sylvinho, aculada en su campo con cinco defensas, se encerraba bien esperando sorprender a la contra.
Los de Spalletti tocaban y tocaban con paciencia, buscando el hueco. Así fue como estuvo a punto de llegar el 3-1 a la media hora en una excelente jugada de los azzurri. Scamacca filtró un pase preciso a Frattesi, que se quedó solo ante Strakosha, picó el balón por encima y el meta albanés sacó una mano prodigiosa para desviar el tiro al palo.
Volvió a salvar a su selección poco antes del descanso el portero Strakosha en otra buena intervención a pies de Scamacca, evitando el gol por colocación en otro pase filtrado de los italianos.
La única aproximación de Albania, al margen del regalo del 0-1, fue un disparo lejano de Asani con una rosca que se fue abriendo y subiendo por encima del larguero. No inquietó nada más el equipo de Sylvinho.
Fútbol control
Tras el descanso, Albania estiró las líneas, pero Italia se hizo con el control del partido y desapareció la tensión
Estiró las líneas Sylvinho tras el descanso, dio entrada a los delanteros Hoxha y el exazulgrana Rey Manaj, pero Italia ya se había adueñado del campo, del balón y del reloj. Como solo los transalpinos saben hacer, durmieron el partido desde la buena colocación y Albania se quedó sin épica, pero con el pequeño consuelo de haber marcado el gol más rápido de la Eurocopa.
Y de darle un susto final a Italia con una inmejorable ocasión de Rey Manaj en un mano a mano con Donnarumma que desvió levemente con el costado en el 90.