Manchester City y Liverpool se neutralizan

Lluvia interminable, chorros de agua cayendo como pequeñas cataratas de la barba de Klopp y la cabeza completamente pelada de Pep Guardiola , ni un alma en las gradas (por suerte tampoco los muñecos que aparecen en los recintos de la NFL y la NBA), ruido falso de ambiente, mascarillas en las bandas (aunque no los entrenadores), enormes cartelones azules (el color del City) cubriendo las tribunas vacías con anuncios publicitarios y del club, y penalti con intervención del VAR. Un partido con esas características debería llevar el aviso de que cualquier parecido con la realidad -o con lo que era la normalidad antes de la nueva normalidad- es pura coincidencia.

En principio, de todos modos, un duelo en la Premier entre dos equipos de élite con dos de las mejores delanteras europeas no puede ser aburrido, y el axioma se cumplió ciertamente durante de la primera parte. Excelente principio del Liverpool (sin Virgil Van Dijk, Thiago y Fabinho) que duró unos veinte minutos, con control del centro del campo, buenas combinaciones, despliegues por las bandas, carreras, desmarques y pases verticales marca de la casa, que pusieron en jaque a una defensa del City que busca mayor solidez que en anteriores campañas, pero no intimida a los rivales.

El primer tiempo

Resultó entretenido, con dos goles y muchas ocasiones, como corresponde a dos delanteras de gran élite

El dominio visitante se tradujo en un gol de Mohammed Salah en el minuto 11, ejecutando un claro penalti de Walker a Mané, justo premio a lo que pasaba bajo la lluvia. Sterling, en baja forma, dispuso de una buena ocasión mediada la primera parte tras una jugada de Rodri, pero fue Gabriel Jesús el que igualó la contienda justo pasada la media hora, culminando una buena combinación con un autopase y una finta que dejaron clavados a su marcador, y magnífica definición.

Con las distancias entre líneas reducidas, empezaron a surgir agujeros en el medio campo que abrieron el encuentro y crearon ocasiones en las dos porterías. El City se encontró con uno de esos penaltis que regala el VAR, que antes no lo eran y ahora lo son casi siempre, y que hacen cada vez más difícil defender los centros. El balón dio medio en el estómago medio en el codo de Joe Gómez y el árbitro, tras consultar y observar la jugada en el monitor de la banda, señaló el punto de los once metros. Pero De Bruyne, que había tenido unos buenos cuarenta minutos, pegó la pelota al poste, pero fuera de la portería. Manos a la cabeza.

El Liverpool, animado por su buena fortuna, tuvo dos oportunidades de tomar la delantera antes del descanso, con un disparo de Firmino que Ederson atajó en dos tiempos, antes de que el avivado portugués Diogo Jota (el mejor goleador del equipo en los últimos partidos) pudiera meter la pierna. Un lanzamiento de falta de Alexander-Arnold salío alto, y así, sin más sobresaltos, se llegó a la pausa.

La continuación rompió la teoría de que un choque entre cuadros de Guardiola y Klopp por fuerza ha de ser entretenido. Tras un comienzo frenético, el terreno se puso más pesado por el agua acumulada, las piernas también, y los técnicos optaron por la prudencia y un mayor control. Jesús dispuso de la mejor ocasión en el minuto 54, cuando, solo ante Alisson tras un buen centro de Joao Cancelo, cabeceó fuera. A partir de ahí, la nada. Mucho 4-4-2, mucho control y mucho miedo a perder.

Segundo tiempo

Con el césped y las piernas más pesados, imperó el conservadurismo y los dos bandos aceptaron el empate

En un estadio sin público y sin la pasión de las gradas, sin saberlo habría sido difícil dilucidar si era un partido importante o no, de principio o de final de temporada. Los puntos que se dilucidan entre los dos principales aspirantes al título siempre pueden ser decisivos en el cómputo final, y ya se verá la trascendencia del penalti marrado por De Bruyne. El Liverpool, qe había salido escaldado del Etihad en las tres últimas visitas (5-0, 2-1 y 4-0) se marchó a casa contento con su pequeño botín. Guardiola y el City se preguntan qué habría pasado de marcar el belga desde el punto fatídico (faltaban cincuenta minutos), pero el resultado tampoco es ninguna catástrofe. Falta mucho por jugar en una temporada caótica, distinta y disfuncional como ninguna, que hace que el fútbol, por bien que se juegue a ratos, casi no parezca fútbol.

Ficha técnica:

1 - Manchester City: Ederson; Cancelo, Laporte, Dias, Walker, Gundogan, Rodri, De Bruyne; Sterling, Torres (Silva, m.61) y Jesús.

1 - Liverpool: Alisson; Robertson, Gomez, Matip, Alexander-Arnold (Milner, m.63); Wijnaldum, Henderson, Firmino (Shaqiri, m.59); Mané, Jota y Salah.

Goles: 0-1. m.13: Salah. 1-1. m.31: G.Jesús.

Árbitro: Craig Pawson amonestó a Sterling, (m.61), a Laporte (m.79) y a Walker (m.93) por parte de los locales y a Matip (m.46) por parte de los visitantes.

Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de la Premier League disputado en el Etihad Stadium (Mánchester) a puerta cerrada.