Alisson y De Ligt, dos premios para los que evitan los goles
Balón de Oro 2019
Alisson inaugura el trofeo Yashin y De Ligt sucede a Mbappé como mejor joven
Leo Messi gana su sexto Balón de Oro
Los premios individuales suelen ser coto privado de delanteros y hombres de ataque. Los goles son un pasaporte a las nominaciones y a la alfombra roja. Las cifras, los dobletes y los hat tricks se llevan todos los titulares. Pero el Balón de Oro de 2019 quiso premiar al fútbol defensivo, al que se dedica a evitar los goles y no a marcarlos. A los grandes rivales de los delanteros. El portero brasileño Alisson Becker (Liverpool) estrenó el trofeo Yashin al mejor portero del 2019 y el central holandés Matthijs de Ligt (Juventus) fue elegido mejor futbolista joven del año.
Igual que ha sucedido históricamente en el Balón de Oro, los porteros han sido los grandes olvidados en la selección brasileña. Donde se recuerda más a Moacir Barbosa, por el Maracanazo, o a Júlio César, que encajó los siete goles de Alemania en el Mundial de 2014, que a Félix, Taffarel, o Dida. Alisson Becker ha llegado para romper esa historia triste que siempre ha acompañado a los goleiros de la canarinha, olvidados cuando se toca el cielo y señalados en la derrota.
Los méritos del portero
El guardameta brasileño ganó la Champions con el Liverpool y la Copa América con Brasil
Alisson, de 27 años, ha sido clave tanto en la Champions que ganó el Liverpool en mayo como en la Copa América que se adjudicó Brasil en julio. Y su nombre siempre quedará como primer ganador del trofeo Lev Yashin, bautizado en honor de la araña negra, único guardameta que se adjudicó el Balón de Oro (1963).
En cambio, en Anfield siempre se valoró a los porteros. Ray Clemence (con tres Copas de Europa), Grobbelaar, Dudek o Reina fueron y son idolatrados. Fichado por 64 millones para sustituir al desafortunado Karius, Alisson no ha tardado en situarse junto a ellos. En su primer año en la Premier dejó 21 partidos la portería a cero, en la Champions sólo encajó dos goles en seis partidos en Anfield, donde se agigantó para frustrar al Barça en la remontada de semifinales mientras que con la seleçao sólo le batió Perú en la final. A falta de Neymar, el portero fue el crack.
La escuela holandesa nunca fue de mirar la edad si quería apostar por un jugador. Con apenas 17 años, Matthijs de Ligt ya fue titular en el eje de la defensa del Ajax en una final de la Europa League de 2017. La temporada pasada, con 19 primaveras, el central, ya como capitán, impresionó por su madurez, por su personalidad y sus dotes de mando para liderar a un equipo joven pero osado hasta las semifinales de la Champions.
El año del holandés
El defensa, de 20 años, ganó el doblete en su país, fue subcampeón de la Nations League y llegó a semifinales en la Champions
Después de jugar tres rondas previas, De Ligt y su amigo Frenkie de Jong desafiaron el orden establecido, no perdieron con el Bayern en la liguilla y eliminaron al Madrid en el Bernabeu y al Juventus en Turín.
Insoletes, tampoco pudieron rematar con su selección en la Liga de las Naciones, donde dejaron por el camino a Alemania, Francia e Inglaterra. Sólo cedieron ante Portugal, el anfitrión. Mientras en su país, recuperaban el cetro para el Ajax con un doblete que el club no lograba desde la 2001-02, cuando De Ligt tenía dos añitos.
Normal pues que media Europa, con el Barça incluido, suspirase por el defensa, que aventajó a Jadon Sancho (Borussia Dortmund) y João Félix (Atlético de Madrid) para suceder en el premio Kopa a Kylian Mbappé. Sin embargo, De Ligt, aconsejado por su agente Mino Raiola, decidió irse a Italia, al Juventus para jugar mucho y no estancarse. En Turín, como compañero de Cristiano y Dybala, De Ligt sigue siendo el más joven e indiscutible.