Las salidas de Mané, las manos de Alisson y la zurda de Origi, claves del triunfo del Liverpool
La lupa táctica
Un gol de penalti condicionó un partido que el Tottenham demostró tener bien trabajado
El Liverpool se alzó con la Champions Legue y se convirtió ayer en el mejor equipo de Europa de la temporada 2018/2019. Esta vez sí, Jürgen Klopp alcanzó la gloria con un equipo con su indudable carácter. Un partido en el que, curiosamente, lo reds no fueron superiores ante un buen Tottenham al que le falto pegada. Aquí la lupa táctica de la final de Champions:
1.- Todos al campo, un penalti y el mismo guión:
Se especuló mucho durante la semana pero ambos técnicos alinearon a todas sus estrellas de inicio. El Liverpool con su tridente y el Tottenham con Kane y Winks. Tal y como avanzamos en la previa, Pochettino aposto por el 4-2-3-1 como sistema inicial con mucho matices tácticos más que interesantes (ver punto siguiente).
Y aún y de ser la Final de Champions, el guión de partido fue exactamente el mismo que en los duelos de Premier. Los dos encuentros acabaron en 2-1 para el Liverpool y en ambos encuentros el Tottenham ganó la posesión pero los reds acabaron con más disparos. De igual manera se dio ayer ya que los primeros 45 minutos acabaron con un 63,5% de posesión de los de Pochettino pero con únicamente 2 disparos. Y los segundos 45 minutos siguieron justamente la misma inercia y el encuentro concluyó con un 64,6% de cuota para lo spurs y sólo un 35,4% para el Liverpool.
Nunca sabremos hasta que punto influyo en el planteamiento pero el penalti a los 29 segundos, aparte de ser más que discutible, puso el partido de cara para los reds en un duelo en el que no alcanzaron, ni de lejos, su mejor nivel. Con marcador a favor y ante la menor eficacia de sus habituales recuperaciones altas, las salidas rápidas y cerradas de Mané o Salah fueron el único argumento ofensivo de los de Klopp. Con ello les bastó para acabar con 16 chuts, seis de ellos a portería.
2.- Un plan con Eriksen cerrado, Trippier-Sissoko abiertos:
El Tottenham empezó totalmente condicionado por el penalti pero demostró tener el partido súper preparado ya que fue creciendo en el encuentro a partir de un gran posicionamiento. Winks asistió la salida de balón justo detrás de la línea del tridente. A partir de ahí, Sissoko se abrió para cubrir las espaldas de un Trippier que subió su altura a la de un extremo. De igual manera, los bandas del 4-2-3-1 tuvieron comportamientos opuestos. Christian Eriksen se cerró para dejar el carril mientras que Heung Min Son partió pegado a la banda cada vez.
Eso dificultó tanto la presión del Liverpool que los reds estuvieron muy por debajo de las que son normales. El primer tiempo acabo con sólo 9 recuperaciones por delante del medio del campo (ver grafico).
3.- Saltos del 1er interior y duelos Van Dijk/Matip-Kane:
Klopp movió ficha en el entretiempo y ajustó la presión central arriba. Lanzó al primer interior arriba (Wijnaldum primero, Milner después) al central libre y Henderson a Winks de manera muy intensa (ver imagen). Eso provocó que los spurs se vieran obligados a jugar bastante mas en largo que en la primera parte. A partir de ahí se erigieron las figuras de Matip y, sobre todo, de Virgil Van Dijk que interceptaron gran parte de los desplazamientos hacia Harry Kane. De hecho, entre los dos, ganaron seis de los 8 duelos individuales (concretamente el 75%).
4.- El estado físico reduce el efecto Llorente:
Hasta ayer, el Totenham había puesto en problemas a todos los rivales cuando había aplicado la opción de Fernando Llorente arriba como receptor del juego directo. Ante el City consiguió 5 remates a la portería citizen uno de los cuales acabó en el gol de la clasificación y el cambio fue radical en la segunda mitad ante el Ajax dónde los spurs consiguieron 18, cinco de ellos a portería. Pero ayer Pochettino no lo pudo emplear hasta el minuto 80. La lesión de Sissoko y las dudas en los isquiotibiales de Trippier provocó que el técnico tuviera que aguantar el cambio unos minutos más de lo habitual. La salida del corpulento delantero conllevo ubicarlo al lado de Kane y, pasar al 4-4-2 con Eriksen en la base del juego. Su entrada y el movimiento entero volvió a tener efecto en el juego ya que en tan sólo 10 minutos de juego los spurs remataron 8 veces al marco del Liverpool, 8 de ellos entre los tres palos. Eso sí, esta vez, sin el premio del gol.
5.- Mané, las manos de Alisson y la zurda de Origi:
Era justo el minuto 77 cuando Jürgen Klopp indicó a Sadio Mané que se situara como interior derecho para cerrarse ante el acoso final del Tottenham. Pero todo movimiento tiene una contrapartida y, ante tal posicionamiento, crecieron aún más en el juego Heung Min Son entrando desde la derecha hacia el centro (2ª parte) y, sobre todo, un Christian Eriksen grandilocuente ayer (centrado en la media punta en la 2ª mitad).Con el paso de los minutos, los spurs empujaron al rival a su área. Especialmente en el tramo entre el minuto 75 y el 80 en el que el 74,2% del juego se produjo de medio del campo hacia la portería de Lloris. Pero se hizo mayúscula la figura de un hombre. La de Alisson Becker que lo sacó absolutamente todo. 8 paradas, la mayoría de ellas decisivas. El Liverpool estuvo contra las cuerdas hasta que una segunda jugada de un córner cayo a los pies de Origi para certificar el titulo. Control alejándose del marcador y disparo cruzado de izquierda a la red.