El curso 2018-19 llega a sus últimas fechas y nadie quiere llevarse una decepción al recibir las notas finales. Más allá del casi definitivo triunfo del Barça ante el Atlético de Madrid en el duelo por el título, la trigésimo primera jornada de competición liguera dejó varios aspectos que merecen ser rescatados de la vorágine competitiva en la que ha entrado el campeonato a estas alturas de temporada. Nombres propios, dinámicas y detalles sobre los que poner el foco en clave presente, pero también de cara al futuro inmediato.
Los protagonistas
Sergi Darder y Raúl de Tomás, el termómetro de sus equipos
Es verdad que Sergi Darder ha tenido una temporada irregular, marcada por los altibajos. Pero no es menos cierto que el mejor fútbol de la temporada del Espanyol ha llegado con la versión más brillante del balear en el campo. Este sábado, el talentoso ‘10’ blanquiazul volvió a vestir sus mejores galas. En medio de un clima de derbi incipiente, con una rivalidad naciente por ser el segundo club de Catalunya –al menos a nivel clasificatorio–, el centrocampista exhibió uno de sus mejores artes, el disparo lejano, para convertirse en el principal artífice de los dos goles blanquiazules –el segundo con cierto debate sobre su autoría–. La victoria en Montilivi, segunda del Espanyol fuera de casa en lo que va de Liga, hace volar a los pericos cuatro puntos por encima del Girona, lejos de los fantasmas que por momentos amenazaban con sobrevolar el RCDE Stadium y que ahora parecen instalarse en el norte catalán.
En el Rayo Vallecano se podrían destacar varios nombres. Por un lado, Paco Jémez, que logró la primera victoria en su vuelta a Vallecas. Por otro, Alberto, que recuperó la titularidad bajo los palos y se erigió en una de las figuras clave del triunfo frente al Valencia, atajando un penalti a Parejo y demostrando sus reflejos con varias acciones de mérito. Sin embargo, hay un nombre que sobresale por encima del resto: Raúl de Tomás. La temporada del jugador madrileño está siendo para enmarcar, con 12 goles de los 32 del equipo este curso. El futbolista cedido por el Real Madrid ha demostrado en su primera campaña en Primera División ser uno de los delanteros a seguir en el futuro inmediato. Incisivo, potente y letal en el remate, siempre con la portería en sus planes, las opciones de salvación del Rayo a estas alturas se explican en buena medida por su inacabable capacidad productiva y anotadora.
El héroe
Iago Aspas, el Cid Campeador de Balaídos
En el capítulo de ídolos de la jornada, mención especial merece Iago Aspas. El genio de Moaña ha levantado el ánimo del Celta de Vigo. Desde su anhelada recuperación, el conjunto celeste ha logrado revertir la dinámica, volviendo a creer en la permanencia. Más allá de su incalculable influencia en el juego, el ‘10’ incide directamente en el estado anímico del equipo, campando cual Cid Campeador en una de sus batallas sobre el césped de Balaídos. En la conquista de este sábado, bajo la lluvia, el capitán de la escuadra gallega volvió a anotar dos goles que dejan al conjunto de Fran Escribá fuera de la zona de descenso. Salió el sol en Vigo, que sueña con algo que hace apenas unas semanas parecía una gesta imposible, tras sumar siete puntos de nueve posibles -con cinco tantos del héroe celeste- en su particular semana grande.
Los sonidos
Bale y Griezmann no superan el plebiscito
No es la primera vez que el Santiago Bernabeu señala a Gareth Bale. Sin embargo, pocas veces de forma tan notoria como la de este sábado ante el Eibar. El divorcio entre el galés y la afición blanca parece insalvable tras una temporada en la que, sin Cristiano Ronaldo, el ex del Tottenham no ha asumido el protagonismo que algunos pedían a principio de temporada. Después de una sucesión de actuaciones discretas y en un año sin títulos en lo colectivo, todo hace pensar que la sexta será la última temporada en esta obra con algunas luces y muchas sombras en la que se ha convertido la estancia de Bale en la capital de España.
Otro que también escuchó música de viento, en este caso en campo rival, fue Antoine Griezmann. El francés tuvo que aguantar los pitos de una parte de la afición blaugrana, todavía molesta con la actitud mostrada en su extravagante reality estival. Tras el giro de guión protagonizado el pasado verano, el francés pisó Barcelona de nuevo como rojiblanco en un intrascendente paso sin pena ni gloria por la que podría haber sido su casa. Como si del día de la marmota se tratara, el ‘7’ atlético vuelve a estar en boca de todos tras comandar la decepcionante temporada del conjunto de Simeone. Esta vez, sin embargo, la telenovela de Griezmann parece que ya no genera el interés que despertó el año pasado.
La cifra: 50.284
El Santiago Bernabeu, reflejo de la displicencia blanca
50.284 fueron los espectadores del Real Madrid – Eibar en el Santiago Bernabeu. Es cierto que el juego del equipo no ha enganchado en todo el año y que el Madrid tiene todas las competiciones perdidas. Pero las 50.284 personas que se acercaron al coliseo blanco son la mejor muestra de una temporada vacía, llena de sinsabores y prácticamente sin notas positivas para una afición predispuesta a ilusionarse con el más mínimo destello de luz. En una semana en la que Florentino Pérez presentó el proyecto del nuevo estadio, los aficionados madridistas dieron, con su ausencia, la razón al mandatario blanco, que pese a una faraónica obra de 525 millones de presupuesto, no ha contemplado la posibilidad de ampliar el aforo de 82.000 espectadores del que dispone el estadio de Chamartín.
La noticia triste
Joaquín Caparrós, un luchador que se agarra al timón
Explícito, sin rodeos y sin perder su peculiar sentido del humor y sevillismo. Así anunció Joaquín Caparrós la noticia triste de la jornada. El técnico padece una leucemia crónica que no le impedirá, según explicó él mismo, seguir al frente de la nave y que tampoco le obligará a someterse a tratamiento. El utrerano arrancó el curso con el mayúsculo reto de diseñar una plantilla que compitiera por navegar por aguas europeas sin perder el rumbo. Las primeras tormentas de la temporada se llevaron por delante a Pablo Machín, que tuvo que soltar el timón tras una racha de malos resultados que precipitó su adiós. Como el curso anterior, Caparrós bajó al puente de mando para enderezar el rumbo. En un club en el que el grado de exigencia no perdona casi ningún tropiezo, con el triunfo de este domingo en Valladolid el conjunto hispalense afronta el derbi sevillano de este próximo sábado en Nervión con las aspiraciones europeas intactas, a un solo punto de la Champions y, lo que es mejor, con Joaquín Caparrós capitaneando la batalla.