El Eibar golea a un Girona frustrado

Eibar, 3 - Girona, 0

El conjunto vasco deja a los catalanes a un punto de la zona de descenso

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Stuani se lamenta de una ocasión fallada

EFE

Aquel Girona entusiasta y coherente que se convirtió en el visitante más temible al comienzo del campeonato ha pasado a la historia. Hoy, después de nueve jornadas sin victoria, es un equipo débil y frustrado que tocó fondo en Ipurua con una actuación deprimente. Suenan las alarmas en Montilivi porque no se vislumbra una salida a la terrible crisis y la zona de descenso se aproxima a los de Eusebio Sacristán, lenta pero inexorablemente, como un tren de mercancías.

Puede apelarse a una fatal confluencia de factores para explicar el declive gerundense. La anómala, por extensa, nómina de lesionados o el desgaste ocasionado por las eliminatorias de Copa contra el Atlético y el Real Madrid no han facilitado, desde luego, soluciones para la crisis. Pero es que quizá no existan. Al menos, esa es la terrible conclusión del partido de ayer. En condiciones meteorológicas inclementes y sobre un terreno encharcado que incrementó el dramatismo de la situación, el Girona terminó como un juguete roto en manos de un Eibar voraz. Impotente y entregado, no pudo sobreponerse al golpe anímico del segundo gol del Eibar en la primera jugada de la segunda parte porque su situación mental es delicada.

El equipo de Eusebio lleva nueve jornadas sin conocer la victoria

Permanece con 24 puntos el Girona, percibiendo el desagradable olor a azufre que emana del territorio del descenso, situado a un punto. Rayo y Leganés, que suman 23 puntos, se enfrentan hoy (21.00 h) y empeorarán desde Vallecas la situación gerundense.

Un trallazo de Orellana al larguero en el minuto 4 después de una jugada de fe del omnipresente Cucurella fue el preludio de la debacle visitante en Ipurua. Intenso y veloz, con las ideas clarísimas, el Eibar salió a explotar todas las debilidades del rival (la fatiga, la presión por la clasificación, la fragilidad mental producto de la crisis de resultados...) y al principio encontró algo de resistencia. Con el único argumento ofensivo de las pelotas aéreas en dirección a Stuani comenzaba a sacudirse el dominio del Eibar cuando Rubén Peña, escorado a la derecha y con escaso ángulo, incrustó un obús en la primera escuadra de Bono.

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Charles celebra con sus compañeros uno de sus goles

Juan Herrero / EFE

Al borde del descanso, Juanpe concedió expectativas al Girona con un remate desde la frontal que Dmitrovic rechazó con apuros. Pero todas las esperanzas se desvanecieron a los 13 segundos del segundo acto con una jugada humillante e inadmisible. Sirvió de centro del Eibar, envió un pelotazo a Charles a la frontal y el brasileño definió elevando sobre Bono.

Con el viento del resultado a favor, el Eibar se convirtió colectiva e individualmente en un equipo gigante, del nivel de Liga de Campeones, al tiempo que el Girona se encogía hasta la mínima expresión. Sentenció Charles al transformar un penalti de Ramalho a Sergi Enrich, aunque no quiso darse por satisfecho el equipo de Mendilibar. Prosiguió con la sesión de tortura metódica y constante a un Girona que no soportó el ritmo propuesto y quedó en franca inferioridad. Huelga reivindicar el claro penalti que le escatimaron a Stuani, víctima de un agarrón de Ramis porque no hay excusa para los de Montilivi. El próximo domingo el Girona recibe al colista, el Huesca, con la inaplazable obligación de ganar. De lo contrario la crisis puede entrar en la dimensión de lo irreversible.

Ficha técnica

Eibar, 3 - Girona, 0

Eibar: Dmitrovic; Rubén Peña, Ramis, Arbilla, Cote; Orellana, Diop (Sergio Álvarez, min. 82), Jordán (Escalante, min. 65), Cucurella; Charles (Kike García, min. 72), Enrich.

Girona: Bono; Ramalho, Alcalá, Juanpe (Lozano, min.62); Valery, Pere Pons, Aleix García (Pedro Porro, min. 62) Granell (Dpuglas, min. 75), Raúl; Portu, Stuani.

Goles: 1-0, min.37: Rubén Peña. 2-0, min.46: Charles. 3-0, min.57: Charles, de penalti.

Árbitro: González González. Amonestó por los locales a Diop y Cucurella, y por los visitantes a Alcalá.

Incidencias: 4.419 espectadores en una gélida tarde en Ipurúa.

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