Una semana más, Isco Alarcón copa los titulares alrededor del Real Madrid. No por su fútbol pues sólo puede presumir de hacer dos goles en la Copa a un Segunda B como el Melilla, sino por su actitud. De entrenar mal y jugar poco o nada desde que llegó Solari, que intenta echarle un capote, a titular en dos partidos intrascendentes para acabar enfrentado a parte del Bernabeu y recibir continuos pitos de la afición. Eso sí, sus escasos minutos en comparación a otros dejan claro que no cuenta para el técnico.
De ídolo a reprobado en unos meses. Isco lleva cuatro temporadas protagonizando situaciones inusuales. No era un fijo para Ancelotti o Zidane pero acababa jugando mucho y siendo casi titular. El malagueño lo fue de hecho en las finales de la Champions League del 2017 y 2018, sin ir más lejos, cuando estuvo como suplente en varios partidos de las eliminatorias previas.
El carácter displicente de Isco le ha llevado a quejarse de Zidane en el pasado o a polemizar con periodistas
La calidad de Isco no se puede discutir. Tampoco que es alguien displicente y ha dedicado frases en el pasado a quejarse de no jugar o a periodistas que le han criticado. Con Zidane tuvo una relación tirante y los diferentes entrenadores que ha tenido han hecho ver que es brillante en los últimos 35 metros del campo, pero no trabaja hacia atrás. Asimismo, aunque el jugador lo niegue, ha tenido problemas de sobrepeso y es sabido que no se mata en los entrenamientos y se reserva para los partidos.
Con Solari empezó mal y ahí sigue. Suplente en siete de los diez partidos que ha dirigido el técnico argentino y ni convocado en otro, una humillación para Isco. Titular sólo en dos, contra el Melilla en la Copa tras el 0-4 de la ida y frente al CSKA, dura derrota con un once de suplentes y canteranos y sólo con Benzema de titular. Isco fue de los más desafortunados frente al conjunto moscovita y recibió algunos pitos.
El centrocampista se encaró entonces con algunos aficionados o al menos eso se interpreta de las imágenes de TV y de la reacción de la grada, que la tomó con él. Todo empezó en un fondo aunque luego Isco escuchó pitos en muchos sectores del Bernabeu. Se fue del estadio sin hacer declaraciones y cedió el brazalete a Carvajal al retirarse Marcelo y ser él segundo capitán.
En el fondo, lo que desestabiliza a Isco es que un meritorio recién llegado como Marcos Llorente totaliza 463 minutos con Solari. Ha sido el elegido por sorpresa tras la lesión de Casemiro y el pivote jugó de titular cinco partidos recientemente. Con Lopetegui sólo tuvo 11 minutos. Ceballos lleva 555 minutos y cuatro partidos de titular.
Llorente ha pasado de 11 minutos apenas en 12 partidos con Lopetegui a 463 con Solari en las tres últimas semanas
Lucas Vázquez es otra opción que ha elegido Solari para equilibrar el centro del campo en detrimento de Isco. El gallego sólo tuvo 421 minutos y dos titularidades en los doce partidos de Lopetegui y con el nuevo entrenador ha tenido cinco y 559 minutos en los nueve en que ha participado. Isco lleva ahora 297 tras los 180 de sus dos únicas titularidades, pero en Liga se ve su escaso peso: 10 jugó contra el Valencia y 24 en Huesca en los dos últimos compromisos