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¿Por qué el Barça encaja más goles que nunca?

Las claves

Aunque en la foto aparezcan los centrales, los laterales o el portero, la cuestión defensiva es un tema general, de todo el equipo

Los jugadores del Barça se animan después de encajar un gol del Betis

EFE

El 2-4 de Canales supuso el gol número 18 del campeonato en 14 jornadas (a una elevada media de 1,5 por partido), un balance que no se daba desde 1974 . Estos números hacen encender las luces de alarma y evidencian que urge reajustar la situación. Y aunque los que aparezcan en la foto sean los centrales, el portero o los laterales, la cuestión defensiva es un tema general, de todo el equipo.

Atención a este dato...El Barcelona ha encajado el ¡94% de sus goles desde dentro del área! A día de hoy, el segundo equipo de la Liga que más (curiosamente, sólo por detrás del Atlético de Madrid). ¿Qué significa? Que al equipo le llegan mucho y muy claro. Aquí las cinco razones tácticas por las que el Barça está encajando tanto:

1. Fisura del sistema en “reposo atacante”

Todo equipo tiene una posición de reposo cuando ataca. Dicho de otro modo, la estructura que adopta para intentar hacer gol al oponente. En el caso del Barça, como todos los equipos eminentemente ofensivos, tira más efectivos arriba que en campo propio. Toda posición de reposo atacante tiene una o unas zonas débiles. Las zonas que cuentan con menos efectivos. La estructura que propone Valverde sitúa a los laterales muy arriba y muy abiertos. Actúan casi como extremos en aposento ofensivo. Y ello convierte en muy vulnerables sus espaldas. Eso ni es bueno ni es malo, simplemente es así. Lo realmente dañino es que, dado el nivel de estudio que recibe el Barça con el paso del tiempo, todos los rivales enfocan los esfuerzos allí, en las zonas débiles.

Análisis del Barça en tareas defensivas

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De los 18 dianas recibidas, una ha sido en propia puerta, dos en estrategia, seis en ataque posicional y nueve incidiendo en las espaldas de los laterales. Quizá un tercer elemento para sostener la zona o para permitir que los centrales se puedan abrir más sería una opción a estudiar.

Análisis del Barça en tareas defensivas

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2. Jugar de espaldas da opciones al rival

Puede parecer un hecho no muy importante pero, en mi opinión, es un factor trascendental. Dada la ocupación de espacios que busca el Barça cuando el juego se encuentra en la medular, las recepciones de los tres jugadores más adelantados son todas de espaldas (los dos extremos y el punta). De todos los futbolistas que juegan allí, solamente Messi (que puede jugar en desde cualquier prisma), Coutinho (menos) y depende de cómo Suárez tienen dotes claros para hacerlo. Cualquier otra de las opciones posibles (Dembelé, Malcom, Rafinha, Munir o Sergi Roberto) son para jugar a de cara al juego. Este hecho eleva las pérdidas de balón y, en consecuencia, otorga más oportunidades de contra a los rivales.

Ante el Betis, los futbolistas que formaron como extremos (Messi, Malcom y Munir) acumularon 30 balones disipados. Y ante el Rayo (Dembelé, Coutinho,Rafinha y Munir) elevaron este número hasta 38. O lo que es lo mismo, 38 oportunidades para que los contrincantes inicien una transición en la zona central y con toda la ventaja a su favor.

Análisis del Barça en tareas defensivas

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3. La zona de pérdidas

Así mismo, condiciona el sitio desde donde el oponente puede iniciar el ataque. El hecho de jugar con extremos a pierna cambiada y recibiendo cerrados provoca que la zona sea más favorable para los otros equipos. Si bien es cierto que, la obligación del Barça es intentar minimizar estas pérdidas al mínimo, también lo es que se tiene que desequilibrar cuando se llega a tres cuartos. Y para el desequilibrio hay que intentar cosas. Por lo que, en mayor o menor medida, pérdidas van a haber siempre. Y ahí es dónde prende importancia la zona en que se da. Siempre es mejor iniciar el ataque desde dentro que desde el exterior ya que existen cuatro direcciones de pase y es mucho más difícil de presionar. Por lo tanto, más facilidades para que el contrincante pueda salir con peligro.

Los goles encajados por el Barça

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4. Espacios entre líneas (presión descoordinada)

Los azulgranas se alargan en exceso. La distribución defensiva nace desequilibrada. Rakitic tiende a caer a la derecha para compensar y eso le separa del pivote. Pero la voluntad para recuperar rápido hace que él y Busquets (los guardianes habituales de la zona) o los que ocupan su lugar, salten a la presión inmediata. Y las condiciones citadas en los puntos 2 y 3 no les favorecen. Aun así, la realizan muy bien ya que son capaces de conseguir muchas recuperaciones directas o indirectas.

Pero este desequilibrio genera un efecto en cadena perjudicial para los azulgranas. Los medios saltan a la vez que los centrales retroceden (lexión) porque no se sienten fuertes con tantos espacios por cubrir. Los laterales deben volver inmediatamente aunque no siempre pueden y ello abre un brecha enorme entre líneas que los rivales están aprovechando muy bien. Reciben, giran y encaran con enorme tiempo y espacio. Lo Celso, Pozo, Carvalho o Trejo son algunos de los que han incidido ahí.

Análisis del Barça en tareas defensivas

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5. Pocas faltas altas y baja activación en los duelos

Otro de los aspectos son las faltas. Ciertamente el Barça ha bajado el ratio de faltas. De 10,5 por partido (17/18) a 9,8 por encuentro el presente curso. Pero no es tanto el número de faltas sino dónde se hacen. Las conocidas como faltas tácticas son productivas en campo rival o, mejor aún, en el último tercio atacante. Es decir, las que hacen delanteros o medios ofensivos porque se corta la transición de raíz y es difícil que sea sancionada con tarjeta. Ante el Betis sólo 6 de las 13 faltas fueron cometidas por las cinco posiciones ofensivas del equipo. Y el registro ante el Rayo aún resalta más: 4 de 11 (ver imagen).

Los goles encajados por el Barça

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Para ser justos, es necesario apuntar que el equipo ha mejorado últimamente en el nivel de activación pero el balance global es todavía endeble. Goles como los recibidos ante el Huesca o el encajado en Anoeta provienen directamente de duelos en los que los oponentes mostraron mayor intensidad.

Por último, un matiz derivado es el poco uso que los azulgranas hacen de las dimensiones del campo. Aguantar todo el bloque en campo rival activa el fuera de juego y son varias las ocasiones en que esto no se realiza. En posición de reposo, pocas veces se mantiene la línea a medio del campo para reducir esa opción. La primera intención (y es entendible) ya es tirar atrás para restar metros a espaldas. Cierto que se trata de una maniobra muy arriesgada pero, a veces, mantenerse firme imposibilita una secuencia de desmarque-pase franco.