Salto de calidad
El papel de los refuerzos blaugrana
El Barça se regenera con la aportación de los fichajes de los dos últimos años
El Barça se lució en Milán con seis fichajes de las dos últimas temporadas, cuatro de ellos presentes en el once inicial. La inversión que realizó el club para reforzarse (354 millones, variables al margen) es elevada pero el rendimiento de los nuevos está claramente al alza. El equipo azulgrana se está regenerando. Necesitaba otros recursos, piernas y cerebros frescos y capacidad de sorprender al adversario. La mayoría de los cromos barcelonistas sufrían un desgaste evidente pero con la aportación de jugadores que tienen por delante un gran recorrido (sólo Arturo Vidal es veterano) el Barcelona ha recobrado vitalidad y ha dado el salto de calidad que necesitaba con urgencia. O son titulares o están funcionando adecuadamente en su papel de revulsivo. Malcom se ha sumado también a la causa. Atrás están quedando los fiascos de temporadas anteriores, léase André Gomes, Arda Turan o Aleix Vidal.
Malcom
Hasta su irrupción centelleante en Milán el brasileño era el patito feo de la plantilla. Valverde no le daba casi ninguna oportunidad y, para colmo, su mal encuentro en la Copa hizo que la sombra de la sospecha se acrecentara sobre él. Hay futbolistas que quedan devorados por la dimensión del Barça y a Malcom se le vio encogido en León. El extremo nunca lo ha tenido fácil. Crecido en una familia tan humilde que su abuela tuvo que vender parte de sus cazuelas para que el chaval pudiera tener dinero para ir a entrenarse en autobús, Malcom fue quemando etapas en el Corinthians y descubrió Europa en el Girondins. Llegó al Camp Nou con el handicap de que Valverde no le conocía y frunció el ceño ante su fichaje, patrocinado por Éric Abidal y su adjunto, Ramon Planes. Ha entrado con buen pie en el vestuario. La prueba, cómo le abrazaron tras su gol todos sus compañeros en el Giuseppe Meazza.
Arthur Melo
Lo mejor que se puede decir de él es que parece que lleve mucho tiempo jugando en el Barça. Desde que Valverde apostó por el brasileño en el partido de Wembley ha sido siempre titular menos en la Copa. Se entiende a la perfección con Busquets, juega con gran seguridad, distribuye con pausa y criterio el balón y dota de sentido colectivo al engranaje blaugrana. Sólo le falta soltarse un poco más porque en Brasil lucía llegada y un punto más de verticalidad en sus entregas, parámetros estos que en Barcelona sólo ha enseñado en cuentagotas. Fichado gracias al buen ojo de Robert Fernández, Arthur ocupa el puesto que dejó vacante Iniesta pero su estilo recuerda más al de Xavi. Su incorporación ha sido todo un acierto. Si sigue en esa línea el Barça tiene cerebro para años.
Clément Lenglet
Otro de los refuerzos que dejó atado y bien atado Robert antes de que el Barça prescindiera de sus servicios. Pese a que el equipo sigue recibiendo goles el francés está rindiendo a un nivel notable. Sobrio, seguro y cada vez más desenvuelto en la salida de balón, Lenglet ha superado sus inicios titubeantes, como cuando fue expulsado vía VAR en el partido contra el Girona. Asentado en la titularidad por la lesión de Umtiti, sólo ha dejado de jugar en Mestalla mientras que en la Copa salió en la recta final para marcar el gol del triunfo en León. Porque en el juego aéreo es un seguro atrás y una amenaza en las jugadas de estrategia. Se lo está poniendo muy difícil a Valverde para cuando vuelva su compatriota. Su entendimiento con Piqué va en aumento con el paso de los partidos.
Arturo Vidal
La ambición le impulsa y, en ocasiones, le pierde pero el chileno ha superado sus episodios polémicos en las redes sociales en los que venía a quejarse por su poca participación en Wembley y por no jugar ni un minuto en Mestalla. Valverde le tiene casi siempre en cuenta en las rectas finales de los encuentros para que aporte músculo al equipo cuando flaquean las fuerzas. Acostumbra a entrar por Arthur aunque su perfil es más similar al de Rakitic. Lo normal es que su minutaje crezca a medida que avance la temporada. No le cuesta nada salir y amoldarse al ritmo del juego. Desde ese punto de vista se está convirtiendo en una futbolista número 12 o 13 muy útil para el equipo. Tanto Abidal como Planes apostaron por él y lo consideraron una oportunidad de mercado. Su experiencia y competitividad no están en duda.
Philippe Coutinho
Aterrizó en Barcelona hace once meses como el fichaje más caro de la historia de la entidad. Estaba llamado a sustituir a Iniesta pero a la postre se siente más a gusto formando parte del ataque, un poco escorado a la izquierda. Al principio de la campaña alternó el centro del campo con la delantera pero desde que Arthur se ha hecho con el sitio en el once no ha abandonado la vanguardia. Su punto débil es la irregularidad pero poco a poco su importancia en el equipo va en aumento. De gatillo fácil, su disparo es un arma importante de la ofensiva blaugrana. Si en Vallecas tuvo una actuación espectral en Milán se reivindicó, no sólo chutando sino pilotando acciones muy interesantes, participando en la jugada del gol y hasta recuperando balones. Para Valverde es un fijo.
Ousmane Dembélé
Sus posibilidades son infinitas. Tanto como su margen de crecimiento. Verde desde el punto de vista táctico, indisciplinado sin el balón y no adaptado del todo al estilo Barça, Dembélé está siendo importante a su manera. Es decir, sorprendiendo, improvisando, cambiando el ritmo y marcando goles. Hasta seis lleva esta temporada por los cuatro que anotó en la pasada, cuando llegó a Barcelona para sustituir ni más ni menos que a Neymar. Valverde está teniendo paciencia con él, aunque a veces le saque de quicio. Alterna con el francés el palo, como cuando le sentó en el banquillo incluso no estando Messi, con la zanahoria, como cuando premió sus buenos minutos ante el Madrid y el Rayo dándole la titularidad en Milán. Aunque sigue estando en bruto es un diamante.