Así juega Dembelé, el nuevo extremo ambidiestro del Barça
Ya es oficial
El conjunto azulgrana anuncia el fichaje del joven francés por 105 millones de euros más 40 de variables
Se ha hecho esperar pero el Barça ha realizado finalmente su apuesta fuerte de mercado. Ousmane Dembelé llega al club azulgrana en la que supondrá su inversión más alta jamás realizada por un jugador y el segundo fichaje más caro del verano después del de Neymar por el PSG.
El Barça pagará 105 millones de euros más 40 de variables por el joven extremo ambidiestro, que el año pasado fue traspasado al conjunto alemán a razón de 15 millones abonados al Rennes. El club catalán ha informado a través de un comunicado que firmará por cinco temporadas y será presentado en el Camp Nou el próximo lunes una vez pase el reconocimiento médico pertinente. Dembelé tendrá una cláusula de 400 millones de euros.
De 20 años, se trata de un futbolista espectacular, uno de aquellos atacantes puros de los que ya no quedan. Con un potencial inmenso, el joven delantero tiene un recorrido enorme por delante.
Fortalezas
¿Cómo es el fútbol de Dembelé?
1. Ambidiestro y muy completo
Ousmane Dembelé es uno de los mejores jugadores que domina a la perfección las dos piernas de todo el panorama europeo; quizás el mejor. Es su punto más fuerte y en el que destaca por encima de todo. Verdaderamente es muy difícil conseguir detectar cuál es su mejor pie. Puede parecer un detalle sin importancia pero no lo es ni mucho menos.
El día a día de un jugador se basa en las calidades técnicas básicas, que a menudo despreciamos. Esta característica hace del jugador francés un jugador súper completo tanto en el campo como la pizarra de cualquier técnico. Su comportamiento es casi idéntico en cualquiera de los frentes del ataque sin bajar prestaciones. Rompe líneas tanto en derecha como en izquierda y responde igualmente bien jugando detrás de un punta de referencia. Ernesto Valverde tendrá en él una pieza de un potencial ofensivo extraordinario y de una versatilidad brutal.
2. Desborde 360º
Un jugador de desborde magnífico. El francés no sólo es rapidísimo sino que le añade el mencionado dominio de las dos piernas. Le permite ser indetectable, incontrolable y muy difícil de marcar para cualquier defensa. Su poder en el uno contra uno es descomunal. Su grado de desequilibrio está, indudablemente, al nivel de los máximos exponentes del fútbol europeo. Además tiene una gran fortaleza en la diversidad. Se va de la marca en carrera del mismo modo que tiene recursos como para hacerlo en parado.
3. Juego interior y buen asistente
Aunque se trate de un jugador grandilocuente en la ruptura tiene también condiciones para jugar dentro. Uno de sus movimientos preferidos son las apariciones interiores en carrera para recibir ya encarado al último tercio de campo. A partir de ahí tiene mimbres de sobra para esperar el momento de atracción, hecho que le convierte en un notable asistente. El último curso firmó 21 asistencias de gol.
4. Magnífico en el arte de dividir
La calidad y la confianza que tiene en sus condiciones le hacen ser muy bueno en la “división”. Ante escenarios de igualdad numérica próxima, conduce hasta situarse a la distancia idónea para la seducción de los oponentes. Una vez consigue este estatus, libera con pase otorgando ventajas a sus compañeros. Esta es una maniobra de vital importancia en los equipos que, como el Barça, son ofensivamente dominadores. Un jugador como él, que maneja a la perfección arte de la división, le aportará un plus a equipo.
Además de su impresionante desequilibrio por las dos bandas, también sabe jugar por dentro y destaca por ser un gran asistente
5. Profundo, versátil e imparable en las contras
Dembelé tiene justo la característica que, a día de hoy, más precisa el Barcelona: profundidad. No duda en ir al espacio cuando la jugada le lleva a ello. Si va lanzado en carrera con el balón controlado es prácticamente imposible de parar. Su conducción no tiene grietas ya que, a su habilidad, le agrega tranquilidad con el balón. No se descompone ante el salto de rivales a su encuentro y, en la mayoría de ocasiones, escoge la mejor de las opciones. Es por ello que también es muy poderoso administrando de contragolpes.
A pesar de su juventud, ya ha sido testeado en todos los sectores de ataque. En el Rennes acostumbraba a jugar por la izquierda y Tuchel lo situó tanto en derecho como entre líneas en el Dormund.
Margen de mejora
1. Requiere mucho espacio
Margen de mejora en la gestión de los espacios. Se siente inexpugnable con grandes espacios y precisamente eso es lo que no tendrá en el Barça de manera continuada. Ante cualquier duda, elige el escenario que le repercutirá a tener más espacio disponible aunque no sea la mejor opción a veces. Su enorme potencial futbolístico hace que sea muy bueno también en espacios reducidos así que tiene que explotarlo en la misma medida. Aspecto a corregir.
2. Precisa de gran libertad
Es un jugador de marcada personalidad también en el césped. Como la mayoría de jugadores de alto talento, precisa libertad de movimiento para mostrar su cara más potente. Aunque en el Dormund empezó más riguroso en la posición, se fue ganando cuota de libertad poco a poco. Deberá volver a su versión más seria en la posición ya que, en el F.C. Barcelona, este rol esta innegablemente está reservado para Leo Messi. Este será quizá el punto donde más tendrá que trabajar.
Se siente inexpugnable con grandes espacios, pero precisamente eso es lo que no tendrá en el Barça de forma continuada
3. Margen de mejora en el plano goleador
Su progreso pide a gritos mejorar su relación con el gol. Por su ubicación y su calidad tiene que promediar más goles. El club azulgrana es un sitio perfecto para promediar hacerlo. Es joven, tiene talento y temperamento para evolucionar. Cuenta con tiempo para crecer en ello.