El Barça atropella al Wolfsburgo y encara su camino hacia las semifinales de la Champions

Wolfsburgo, 1 - FC Barcelona, 4

El equipo blaugrana arrolla en Wolfsburgo y sentencia los cuartos de final de la Champions con un gol de las alemanas en propia puerta y tres más de Paredes, Paralluelo y Schertenleib

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Salma Paralluelo celebrando el 0-2 en el campo del Wolfsburgo, el Volksvagen Arena 

FILIP SINGER / EFE

No es fácil alimentar el hambre de un grupo de jugadoras que lo ganan todo. Pero la Champions es la Champions. Y en ella el Barcelona se crece. Lo sabe ya el Wolfsburgo, un equipo que les asustó al principio en la final de Eindhoven del 2023. Y que les ganó en sus dos anteriores visitas al Volkswagen Arena. Pero eso ya es pasado. El Barça sigue a rajatabla el “no hay distancia” que Alexia, capitana que ha vivido todo el proceso, pronunció en el 2020. Hoy el Barça tiene tres Champions. Y en Alemania encaró el camino hacia las semifinales para conseguir la cuarta con un fútbol brillante y cuatro goles.

No hay un once mejor que el que sacó Pere Romeu. Sin Ona Batlle, lesionada, Jana Fernández se ocupó con maestría del lateral derecho. Combinando con Alexia. Con Aitana. O con Patri Guijarro, un triángulo, un cerebro que ni concede ni da respiro. Que levanta la cabeza y decide por dónde quiere tirar. Si es por la derecha se encuentra a Graham Hansen, que, pese a tener constantemente a Linder encima, lograba sortear con sus conducciones a cada oponente que se le cruzaba. Y, cuando podía, buscaba a una Ewa Pajor que se reencontraba con su pasado en su mejor presente. Si, por lo contrario, ese cerebro del Barça se decantaba por el costado izquierdo, allí estaban Brugts o Salma, que con sus centros buscaban desestabilizar a la defensa alemana.

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Sydney Schertenleib e Irene Paredes celebrando el 1-4

FILIP SINGER / EFE

Si Romeu quiere buscar la excelencia total cuando repase el partido, quizás el costado zurdo arrancó siendo el menos decisivo. En primer lugar, porque Brugts por su banda izquierda notó mucho el marcaje de Brand y no pudo profundizar bien en sus pasadas. Y porque Salma no terminó de afinar sus centros para la dupla Graham Hansen- Pajor. Pequeños detalles de verdad, no como los de Toril. Poco a poco, esos mecanismos fueron tomando forma. Y terminaron siendo una fiesta total. De todas. 

Porque el Barcelona ha crecido. No pudo ganar al Wolfsburgo  las dos anteriores veces que visitó en el Volkswagen Arena. En la 2013-2014 el Barcelona aún no estaba lo suficientemente rodado. En el 2022 perdieron 2-1 tras haber ganado en el Camp Nou. Por 5-1, por lo que aquello fue una derrota intrascendente que no evitó que el Barcelona se plantara en la final que después perdió ante el Olympique de Lyon en Turín.

Pero, sin duda, este Wolfsburgo ya no es el que era. El club alemán, que cuenta con futbolistas icónicas como la delantera veterana Alex Popp, mito del fútbol femenino, plasmó ayer un fútbol poco elegante e irreconocible en el que apenas logró generar superioridad. Sobre todo se resintió la banda derecha de las alemanas. Que sin atreverse a jugar en corto, perdían prácticamente todos los balones con un estilo demasiado vertical que destilaban un sentimiento de inferioridad. No ayudó que su técnico colocara a una defensa de cinco jugadoras para evitar el gol. Especialmente atenta estuvo Lind, cabeceando los intentos de Salma. También Cata Coll tuvo que sacar un chut de Huth, su capitana. Pero nada más.

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 Salma Paralluelo, Aitana Bonmati y Ewa Pajor celebrando el 0-1 

FILIP SINGER / EFE

Era cuestión de tiempo que llegara la apisonadora azulgrana. Tras varios intentos de Graham Hansen, e incluso una actuación providencial de la portera Borbe que sacó el guante tras un saque de esquina de Mapi León, llegó el gol barcelonista. Lo iniciaron las centrocampistas de oro del Barcelona. Alexia y Aitana. Esta última inició una gran internada por la banda derecha buscando a Pajor. Al final fue la defensa Dijkstra quien terminó mandando el balón al fondo de la red. Por un momento pareció que era gol de Pajor, que no quiso celebrarlo por respeto a su equipo con el que estuvo nueve años. Pudo ampliar el marcador Alexia antes del descanso. Le cayó el balón a los pies y su zurdazo se marchó por milímetros por la derecha de la portería del Wolfsburgo.

En la segunda mitad, el Barcelona ya no perdonó y sentenció la eliminatoria con tres goles más de Paredes, Paralluelo y Schertenleib,

En la segunda mitad el Barcelona ya no perdonó. En una jugada ensayada, Irene Paredes se estrenó marcando en esta Champions. Fue en un saque de esquina de su compañera de baile, Mapi León. Su centro se topó con 300 piernas. Pero entre ellas se encontraba la zurda de Paredes. Con un chut raso, infalible con el interior de su pie, batió a Borbe para marcar el 0-2. 

En tres minutos, Salma Paralluelo, ahora sí ya con todos sus mecanismos activados, hizo daño. Marcó el 0-3 aprovechando una gran asistencia de Aitana en una contra de manual. Romeu llamó entonces a Rolfö y Engen, que tuvieron minutos ante su exequipo. Un Wolfsburgo que, casi de casualidad, encontró el 1-3. Fue la central Minge que, por un instante, dejó de estar pendiente de Pajor, y remató un córner que le sirvió Wilms. Una jugada aislada de las alemanas que necesitarán un milagro la semana que viene en Montjuïc porque Schertenleib, nada más entrar, remató la fiesta chutando sola, irrumpiendo  en el área y chutando a la escuadra para sentenciar el asunto y la asignatura pendiente en Alemania con el 1-4. El Barcelona rindió entonces una plaza más. Por cierto. Schertenleib pudo marcar dos más.

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