“Era una persona discreta, afable, muy trabajadora, muy cercana a los jugadores y al cuerpo técnico”. Así definían en el Barcelona a Carles Miñarro García, uno de los doctores del primer equipo del FC Barcelona y asistente del doctor Ricard Pruna que ha fallecido súbitamente a los 53 años esta tarde en su habitación en el hotel Torre Melina Gran Meliá donde estaba concentrado el equipo y todo el cuerpo técnico. El doctor había estado todo el día con los futbolistas, con los que había comido y merendado.
Han sido los propios futbolistas quienes, tras conocer la noticia y mediante los capitanes, han solicitado ante la gravedad de la noticia y su estado anímico, aplazar el partido contra el Osasuna. Se han reunido con el presidente Joan Laporta y todos han consensuado la decisión de no jugar, vehiculada por el club a la hora de pedir el correspondiente permiso a LaLiga una vez los familiares del fallecido - su mujer, su madre y sus dos hijos, Gerard y Anna- han conocido la noticia. Deco, director deportivo, también se ha trasladado a los vestuarios para conversar con la plantilla, muy afectada con esta pérdida. Pasadas las 21.00 horas, los jugadores se han retirado a sus casas. Es un golpe que costará superar.
Siete años en el FC Barcelona
Miñarro, persona discreta y muy querida en la entidad, llevaba siete años y nueve meses trabajando en los servicios médicos del club. Padre de dos hijos, Gerard y Anna, esta era su primera temporada con el primer equipo, decisión que se tomó a finales del curso pasado cuando se realizaron cambios en la estructura profesional de la entidad. Miñarro alternaba su presencia en los partidos y en los viajes con el jefe de los servicios médicos, Ricard Pruna.
De carácter afable a la par que decidido, Miñarro se caracterizaba por ser un médico resolutivo. Con sus palabras, sus hechos y sobre todo con el protocolo médico. Lo supo bien Gavi, al que tuvo que convencer sin demasiadas contemplaciones de que tenía que marcharse con él al Hospital de Barcelona el día en que sufrió un fuerte golpe en la cabeza en el partido frente al Alavés disputado en Montjuïc. “¿Qué día es hoy?”, le preguntaba para ver cómo estaba el futbolista. “No tengo ni p*** idea”, fue la respuesta de Gavi. “Te tienes que venir conmigo”, le dijo al jugador.

Estadi Olímpic Lluís Companys tras conocer el aplazamiento del partido
Anteriormente, antes de encargarse de asistir médicamente al primer equipo, Miñarro había sido el responsable de la sección de fútbol sala del Barcelona. Especialista en traumatología, se encargaba en el club de las visitas de las pruebas médico deportivas (examen general, antropometrías, espirometrías, ECG), pruebas de esfuerzo directas e indirectas, valoración del estado de salud y nivel de adaptación al esfuerzo físico.
Pero su trayectoria va mucho más allá del Camp Nou. Antes de aterrizar en el feudo barcelonista, había trabajado durante cinco años en el CAR de Sant Cugat como médico adjunto a la unidad asistencial. También formó parte de los servicios médicos en tres clubs de fútbol catalán territorial como el Sabadell (2014-2016), la Unió Esportiva Sant Andreu (2012-2014) y otros siete años en el Terrassa FC (2004-2012).
Más allá de su tarea en el FC Barcelona, Miñarro, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universitat Rovira i Virgili (Tarragona), también era el tesorero de la Societat Catalana de Medicina de l'Esport y trabajaba en el Institut Arquer de Barcelona, concretamente en el centro del aparato locomotor y del deporte. Sus colegas de profesión le definen como alguien “muy trabajador, serio, con ganas de progresar y ante todo honesto y buena persona”. Un cariño y una discreción que quedarán por siempre en la memoria de quienes le conocieron.