Este mes de marzo el Bar Cafetería LY 304 del barrio de Rocafonda, negocio que regenta la familia paterna de Lamine Yamal en Mataró, permanece cerrado. Solo abre los días que el Barça juega. También alguna noche a partir de las 19.45 horas, cuando la familia ya ha completado el último de los cinco rezos del día orientados hacia La Meca. Esta nueva rutina empezó el 1 de marzo y se extenderá hasta el 30 del mismo mes, cuando finalice el Ramadán, la festividad que recuerda la primera revelación de El Corán a Mahoma y que practican todos los musulmanes practicantes sanos que hayan pasado la pubertad.
La influencia de su familia paterna
Lamine Yamal va con frecuencia a Rocafonda a visitar a su abuela Fátima, una persona muy especial en su vida que estos días está en La Meca.
Este es el primer Ramadán de un Lamine Yamal que, desde esta temporada, vive solo en un piso muy cercano a la ciudad deportiva. Pero el Ramadán lo practica en familia. El domingo, cuando terminó el partido contra la Real Sociedad, el extremo de 17 años se marchó a casa de su tío Abdul, su mujer y sus primos. Algunos días va su padre, Mounir. La que no está es su abuela Fátima, que este año ha viajado a Arabia Saudí para visitar La Meca. Para los musulmanes, el peregrinaje a esta ciudad en la que nació el profeta Mahoma, forma parte de uno de los aspectos esenciales de su fe. Y deben visitarla al menos una vez en la vida.
En què consiste el Ramadán
Es un mes que consideran de recogimiento y purificación espiritual sustentado en cinco rezos diarios, la reflexión y el ayuno diurno.
La rutina de los musulmanes durante el mes del Ramadán se basa sobre todo en un tiempo que consideran de recogimiento y purificación espiritual. Tiempo en familia sustentado en el rezo, la reflexión y el ayuno que siempre coincide con el noveno mes del calendario lunar, el que rige el Islam. Este año el ayuno (desde antes de que salga el sol hasta que cae) está siendo más soportable dado que no está siendo un mes de marzo caluroso. Es más, estos días en el seno de la familia paterna de Lamine Yamal agradecen que el tiempo sea lluvioso y húmedo.
Cada día Lamine Yamal rompe el ayuno de ocho horas en Rocafonda. Toma la cena que le prepara su tía. Es importante empezar a romper el ayuno ingiriendo líquidos en forma de sopas, cremas y agua. A continuación debe tomar comidas ricas en fibra y vegetales, huevos y pescado. También es recomendable comer con paciencia y lentamente para evitar el empache y evitar los adobados, la cafeína, comida procesada y un exceso de azúcar.

Lamine Yamal el domingo durante el partido contra la Real Sociedad )
Lamine Yamal seguirá practicando esta rutina todo el mes menos cuando haya partidos importantes. Por ejemplo, hoy viaja a Lisboa para jugar mañana la ida de los octavos de final de la Champions. Tampoco cenará en su casa el domingo 16 de marzo cuando el Barcelona visite Madrid para jugar contra el Atlético en el Metropolitano en la Liga.
Cómo afecta a la vida del futbolista
Los servicios médicos elaboran una serie de pautas mínimas para no limitar la condición física del jugador, en especial en día de partido.
Para adaptarse también cuenta con el apoyo de los servicios médicos del Barcelona que dirige el doctor Ricard Pruna. En colaboración con la nutricionista Sílvia Tremoleda, siempre elaboran una serie de rutinas mínimas diarias con el fin de que el extremo pueda cumplir con los preceptos de su religión pero sin limitar su condición física. Saben cómo hacerlo porque Lamine Yamal no es un caso excepcional. Por el Barcelona han pasado futbolistas como Ousmane Dembélé, Ilaix Moriba, al que era habitual ver rezar antes de entrar al campo, el bosnio Miralem Pjanic o Franck Kessié. En el femenino también hubo casos de futbolistas musulmanas como Asisat Oshoala o Kheira Hamraoui.
No es una práctica excepcional
Por el Barcelona han pasado futbolistas musulmanes como Ousmane Dembélé, Ilaix Moriba, Miralem Pjanic o Franck Kessié que seguían una rutina.
A Lamine Yamal se le ha visto estos días pelotear en la banda mientras sus compañeros bebían agua. Y es habitual verle rezar antes de entrar al campo. Quienes le conocen aseguran que no le resulta complicado seguir con una práctica que le conecta a su familia y a su barrio. “En Rocafonda convivimos muchas culturas diferentes, pero al final somos todos como hermanos. Cuando voy a verlos estoy muy tranquilo, nadie me molesta. Es mi sitio para descansar. Puedo desconectar y me da fuerzas”, contaba el canterano en una entrevista a la UEFA.
En Rocafonda su familia celebra su decisión. Mientras le esperan, se levantan a las cinco de la mañana para tomar agua con dátiles, leche, agua, zumo y cereales. Luego duermen hasta que sale el sol. Rezan cinco veces al día. Y, con el anochecer, Lamine Yamal llega para romper el ayuno y completar su día de reflexión.