Una juez ha citado a declarar como investigado al presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, por un delito de estafa y deberá comparecer el próximo lunes 20 de enero junto a dos personas más, también imputadas. Laporta tiene abierto este frente judicial por una operación que realizó en el año 2014 durante su actividad profesional como abogado. Los denunciantes son una familia, formada por un hombre que estaba en el paro, una mujer que trabajaba de cocinera en un restaurante y la hija de ambos que ejercía de enfermera, y que confiaron parte del dinero a Laporta para una inversión después de ser agraciados con un premio de la Lotería Primitiva por el que se embolsaron 34 millones de euros.
Según figura en la querella que presentaron contra Laporta, el comercial de un concesionario al que acudieron para comprar un coche de alta gama les propuso invertir parte del dinero en sociedades gestionadas por Laporta. El entonces expresidente azulgrana representaba tanto a la compañía como a la familia y ejerció como asesor en la operación. El contrato se firmó el 1 de noviembre de 2014 por el cual la familia invertiría 2,4 millones de euros en la firma CSSB Limited durante 3 años a un interés anual del 6%. Transcurrido el plazo “los querellantes no han percibido la cantidad acordada”, denuncian en un comunicado.
“Los querellantes no han percibido la cantidad acordada”, denuncian
Reprochan, además, que antes de interponer la querella requirieron a varios de los implicados que devolvieran los importes reclamados “sin que ninguno de ellos mostrara voluntad alguna de hacerlo”. Entre agosto de 2016 y 2018, la organización de Laporta y los demás denunciados se embolsaron 4,7 millones de euros.
Según la querella, el presidente del Barça se aprovechó “de la falta de conocimientos financieros” de la familia para que llevaran a cabo la inversión y también se valió de que “era un personaje público” para ganarse su confianza. Destacan que fueron invitados al palco del Camp Nou en más de una ocasión.